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José Paulo – La Decisíon Ideal
Una cultura que tenga éxito tiene que ser vivida en primer lugar
por el líder, así él llegará con su equipo donde nadie jamás lo ha
hecho.
Yo vivo la cultura y los principios y no abro mano de ello,
confío en las personas que están conmigo, ellas son mis ojos y
voy más allá, la empresa no es mía, también les pertenece, es de
las empresas que emana el sustento de cada uno de nosotros. Más
que un cuadro en la pared con la misión, los valores o principios,
necesito tener personas que vivan eso en su día a día y le repito: yo
soy quien me exijo diariamente para el primer en vivir.
De distintos principios siempre resalto el liderazgo por el ejem-
plo, el trabajo duro, la meritocracia y, fundamentalmente, la inte-
gridad. Éstos pueden ser entendidos por todas las personas, pero
sino se los vive, no sirve de nada, apenas serán un cuadro lleno de
polvo colgados en la pared de la empresa.
No se implementa una cultura en una empresa, usted planta
una cultura y la va cultivando para que crezca junto a su emprendi-
miento, hasta que sea la esencia de su negocio. Cada colaborador,
no importa el cargo que tenga, debe vivir los principios de gestión
establecidos. Los nuevos que llegan deben ver, en los que ya están,
que vivir los principios es el camino al éxito dentro del Grupo
Ideal Trends.
Algo implementado es muy raso, alguien vino y lo introdujo,
allí en un ecosistema y, si es malo, lo que se implementó se conta-
minará. Ahora la cultura plantada desde el principio de todo, ella
se enraíza y crece de forma saludable. La misma palabra ‘’princi-
pio’’ ya nos dirige a algo vinculado a la raíz, al inicio. Si viví y me
exigí vivir estos principios, tuve éxito y probé que son los secretos
del éxito, quienes llegaron después y los adoptaron, también han
sido exitosos.
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José Paulo – La Decisíon Ideal
Es evidente que durante el tiempo que llevo como empresario
tuve personas que no se adecuaron a los principios y cultura del
trabajo y se fueron, por más excelentes que sean, si no se encua-
dran, se van. Es un proceso natural y usted comienza a atraer a
sus iguales, personas buenas, íntegras, que respetan el éxito de su
colega, que aplauden cuando es promovido o conquista algo y,
principalmente, se preocupan con el todo.
Cuando usted cultiva estos principios, nunca un nuevo cola-
borador puede permanecer, durante los primeros días, lejos de los
mismos, de inmediato se debe empapar con la esencia y con los
resultados que todo esto trae. Y aquellos que ya están deben mos-
trarle al nuevo colaborador el brillo en sus ojos y la veracidad con
que funciona.
Trabajar la mente de las personas dentro de esta cultura es muy
importante, una mentalidad de productividad, de pensar como
dueño, dentro de una meritocracia de que cuanto más se produce
más se gana, no sólo en valores monetarios, sino también en de-
sarrollo intelectual. Cuando las personas entienden este mecanis-
mo y dentro de la cultura empresarial esto se vive y aplica, usted
tendrá personas motivada queriendo enfrentar nuevos retos y el
crecimiento de los negocios se vuelve exponencial.
¿Quiere tener éxito? Plante una cultura basada en la integridad,
en el trabajo duro, en la productividad y en la meritocracia, a partir
de allí transforme a sus colaboradores en pequeños empresarios,
cada uno en su área de actuación.
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