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de la parábola. No puede faltar la proclamación del texto, que luego invi-
           tarás a analizar con cuidado, para redescubrirlo, pues es ya conocida.
         3-4. PALABRA QUE NOS ILUMINA – PROFUNDIZACIÓN

           Analizan los personajes de la parábola, buscando siempre una adecuada
            relación con la actualidad, pero evitando caer en casuìstica.
           Explica bien el “sentido cristiano del pecado”: no sólo como error, sino
            como ‘ofensa a Dios’, a su amor.

               Anexo 22

           PECADO. PECADOR.     Vocabulario Bíblico de la Biblia de América
           La Biblia habla del pecado en dos sentidos diversos: Como acción voluntaria del
           hombre que se rebela contra los planes y las leyes de Dios; para expresar esta
           ruptura  entre  Dios  y  el  hombre,  el  lenguaje  bíblico  utiliza  múltiples  términos:
           desobediencia,  transgresión,  delito,  extravío,  maldad,  culpa,  crímenes,  ofensa,
           injusticia, impiedad, etc.
           Como fuerza adversa a Dios y a su reinado, como una especie de poder maléfico
           personificado al que el hombre ha sido vendido y que penetra y marca toda su
           historia. Este Segundo sentido es el que AT anticipa al evocar una serie de peca-
           dos-tipo: el de los primeros representantes de la humanidad (Gen 3,6-7), el de
           Caín (Gen 4,8-10), el de la generación del diluvio (Gen 6,1-7), el de los construc-
           tores de Babel (Gen 11,1-9), el de los Israelitas durante su estancia en el desierto
           (Ex 32,1-6). Este es el concepto de pecado que la tradición joánica designa con la
           expresión “pecado del mundo” (Jn 1,29) y en el que insiste sobre todo

           Francisco. “Cristo Vive”: Deseos, heridas y búsquedas
           81. Los jóvenes reconocen que el cuerpo y la sexualidad tienen una importancia
           esencial para su vida y en el camino de crecimiento de su identidad. Sin embar-
           go, en un mundo que enfatiza excesivamente la sexualidad, es difícil mantener
           una buena relación con el propio cuerpo y vivir serenamente las relaciones afec-
           tivas. Por esta y por otras razones, la moral sexual suele ser muchas veces causa
           de incomprensión y de alejamiento de la Iglesia, ya que se percibe como un es-
           pacio de juicio y de condena. Al mismo tiempo, los jóvenes expresan un explícito
           deseo de confrontarse sobre las cuestiones relativas a la diferencia entre identi-
           dad masculina y femenina, a la reciprocidad entre hombres y mujeres, y a la ho-
           mosexualidad».
           82. En nuestro tiempo los avances de las ciencias y de las tecnologías biomédicas
           inciden  sobre  la  percepción  del  cuerpo,  induciendo  a  la  idea  de  que  se  puede
           modificar sin  límite. La capacidad de  intervenir  sobre el ADN, la  posibilidad de



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