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Releer el texto y hacerle preguntas:
¿Cómo hubieran reaccionado Uds. en la situación de José y de María?
¿Qué otras cosas no entienden, o no están de acuerdo con el texto?
* La familia de Jesús
Los judíos tienen una celebración para los niños-adolescentes, hacia los doce
años, celebrando que empiezan la edad adulta: es la fiesta del “bar mitzvà”.
Desde entonces el chico tiene derecho de leer en público las Escrituras.
Quizás la escena que nos ofrece Lucas está en ese contexto. Además, no es-
tán en su pequeño pueblo, Nazaret, sino en la capital: Jerusalén, a donde
peregrinaban multitudes sobre todo para la Pascua. José y María eran israe-
litas muy religiosos y participan en la peregrinación. ¡Y ahí, en la capital, se
les pierde Jesús, un niño provinciano, durante esas fiestas!
Al evangelista Lucas le interesa sobre
todo anunciar que Jesús, desde adoles-
cente, ya tenía clara cuál es su voca-
ción. De todos modos, llama poderosa-
mente la atención que sus padres, a
pesar de que “no entendieron su res-
puesta”, lo escuchan y respetan. Por
otro lado, se nos informa que Jesús fue
siempre dócil a sus padres.
Dialogar:
¿Es fácil entender a nuestros chicos y chicas en esta edad de la adolescencia?
¿Qué podríamos aprender de María y de José?
4. NUESTRAS FAMILIAS HOY
La adolescencia es una etapa de la vida particularmente bonita, por las nue-
vas experiencias a vivir, pero también conflictiva, sobre todo dentro de la
familia, porque los chicos tienden a ponerse rebeldes. Se supone que sus
padres los conocen, pero muchas veces no se logra un buen entendimiento;
además, lamentablemente muchas familias atraviesan problemas, que les
impiden atender a sus hijos e hijas adolescentes.
Recordemos cuál es el plan de Dios sobre la familia; para ello nos serviremos
de las afirmaciones de nuestros obispos reunidos en Aparecida:
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