Page 52 - Libro Catecumeno
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Lucas 4,
16 Fue a Nazaret, donde se había criado, y según su costumbre entré en la
sinagoga y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el libro del
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profeta Isaías. Lo abrió y encontró el texto que dice:
18 El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido para que dé la
Buena Noticia a los pobres: me ha enviado a anunciar la libertad a los cautivos
y la vista a los ciegos, para poner en libertad a los oprimidos, para proclamar
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el año de gracia del Señor.
20 Lo cerró, se lo entregó al ayudante y se sentó. Toda la sinagoga tenía los
ojos fijos en él.
21 Él empezó diciendoles:
-Hoy, en presencia de ustedes, se ha cumplido este pasaje de la Escritura.
• Jesús es el Hijo Amado, el Maestro. En él se cumplen todas las
promesas del Antiguo Testamento y por él nos llega la Palabra
definitiva de Dios.
• Jesús sigue actuando realmente en la Biblia; es él quien nos ha-
bla cuando en la Iglesia se lee y se comenta la Palabra.
• La Palabra de Dios es realmente “fortaleza de la fe, alimento del
alma, fuente pura y perenne de vida epiritual”. Si lo es para todo
cristiano, es alimento indispensable en el proceso de maduración
cristiana que estamos viviendo.
Canción de aclamación de la Palabra, mientras el Catequis-
ta pone en nuestras manos la Biblia, diciendo:
(N.N.), Recibe la Palabra de Dios;
Que sea alimento de tu fe en este tiempo de maduración cristiana.
Recibimos nuestra Biblia y expresamos nuestra veneración
con algún gesto (una inclinación, un beso a la Biblia, etc).
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