Page 49 - Libro Catecumeno
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• Cuando habla de Dios, Jesús lo llama “Abbá-Padre”. Lo presen-
ta como un Padre bondadoso que nos conoce desde dentro y
sabe lo que necesitamos incluso antes que se lo pidamos. Deja
libertad a sus hijos y espera con paciencia al hijo que se fue.
• Otro tema que propone con
fuerza es el de los hermanos,
que Jesús llama “prójimo”:
él es respetuoso con toda
persona, incluso con los que
eran excluidos (‘pecadores’,
enfermos, mujeres, niños,
etc.). Nos pide un corazón
grande y solidario: ayudar a
quien lo necesita (parábola
del buen samaritano) y perdonar a quien te ofendió, así como el
Padre nos perdona siempre.
• Nos ha dado un único mandamiento: el Amor. Amar a nuestro
Padre del cielo, y amar a todos los hermanos y hermanas. Al final
de la vida sólo nos preguntará eso: si hemos ayudado a quien
necesitaba, porque ahí, en el hermano necesitado, estaba él (Jui-
cio del Rey-Pastor Mt 25.33ss). Y en la última Cena lo resumió:
“Les doy un mandamiento nuevo: que se amen unos a otros
como yo los he amado” (Jn 13,34).
5. PLEGARIA
Estamos frente a un gran Maestro, el único al que vale la pena
escuchar.
• Jesús Tú conoces los corazones, mi corazón. Tú sabes de mis
ilusiones y penas; tus palabras pueden darme la luz que necesito.
Señor, háblame, habla a mi corazón. Que tus palabras re-
suenen fuerte en mi mente y en mi corazón. Te nombro “mi
Maestro”
• Jesús ha resumido todos los mandamientos en un único manda-
miento: la capacidad de amar y servir a todos, incluso a quien te
trata mal.
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