Page 53 - Revista 4 completa_compressed_Neat
P. 53
Especial: Marco Martos Carrera
Llanto de Marcel Proust
Me consideraba
incapaz de respirar sin ella,
desarmado ante todos los aspectos
de la vida.
Sabía a ciencia cierta
que iba a dejarme para siempre
y que su ausencia
sería un horrible suplicio.
Y no se equivocaba.
Mis días en lo sucesivo
han perdido su único objeto,
su única dulzura,
su único consuelo.
Escribir es como estar muerto.
Ando por el mundo
como un trompo con agujeros
que sigue en el combate
por inercia.
Paz, ternura, miel,
esos antiguos paladeos,
no los conozco.
Sólo el horror en mi sueño,
el acceso de tos,
los barbitúricos
y mis cuencos hundidos
en la lividez de la muerte.
No se me ha perdonado
52
ningún dolor:
la he perdido,
la he visto sufrir,
me ha sentido desconsolado,
mi mala salud era la pesadumbre,
la preocupación de su vida.
Sus grandes ojos,
sus labios mudos,
debieron comprender
la prudencia de los padres
que antes de finar
matan a sus pequeñuelos.
Siempre tuve para ella cuatro años.
Y ahora que la envuelve