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IV.- JESÚS EN LOS 4 EVANGELIOS.
El mensaje de los cuatro evangelistas sobre la persona de Jesús, llevará al discípulo a conocer más a
profunda a Jesús, para que conociéndolo, lo ame, y amándolo pueda testimoniarlo con su palabra con sus
obras.

Capítulo 6:
EL DISCIPULADO ES CELEBRAR LA FE EN JESÚS.
Después de encontrarse con Jesús en la Historia de la Salvación, esta etapa abordará el contacto que el
discípulo tiene con Jesús por medio de la celebración litúrgica y en los Sacramentos, como medios de
Salvación que nos ponen en un contacto directo con Jesús.

I.- TALLER DE LITURGIA: LA IGLESIA ES LA COMUNIDAD QUE CELEBRA QUE JESÚS ESTÁ VIVO.
El discípulo no vive su fe de forma aislada, sino que al encontrarse con Jesús para a formar parte de la
comunidad de discípulos que no solamente recuerdan lo que Jesús predicó, sino que por medio de la Liturgia
de la Iglesia es el mismo Jesús que convoca a cada discípulo a actualizar el Reino de Dios en el tiempo
presente.

II.- TALLER DE LOS SACRAMENTOS: MEDIOS PARA ESTAR EN CONTACTO CON JESÚS.
Para que las relaciones humanas no caigan en el olvido, es necesaria la comunicación. Lo mismo sucede en
la relación entre Jesús y el discípulo; si el discípulo no encuentra medios eficaces que lo pongan en una
relación directa con Jesús, poco a poco, se irá perdiendo el sentido de su discipulado. El taller de los
sacramentos enseña que su vivencia se convierte en una necesidad para que el discípulo mantenga una
relación viva con Jesús.

Capítulo 7:
EL DISCIPULADO DIALOGA CON JESÚS.
Esta etapa de la catequesis permanente está destinada al tema de la oración. Se parte de la reflexión del
Padre Nuestro y después de los distintos modos de orar.

I.- LA ORACIÓN DEL PADRE NUESTRO.
El Padre Nuestro es el modelo de oración para todo discípulo. Jesús nos enseña a dirigirnos al a Dios de una
forma muy familiar y cercana: Padre. Nos enseña a pedir no solamente el «pan de cada día», sino a
reconocer la santidad de Dios y a pedir su auxilio en los momentos de la tentación.

II.- TALLER DE ORACIÓN: EL DISCÍPULO APRENDE A ORAR.
La oración es ante todo un diálogo. El discípulo aprenderá las diversas maneras de dirigirse a su Padre Dios,
por medio del diálogo de la oración.

Capítulo 8:
EL DISCIPULADO ES VIVIR COMO JESÚS.
Finalmente, la catequesis permanente concluye con un taller sobre el actuar de los dones del Espíritu Santo
en la vida del discípulo: cómo actúa y cómo debemos dejar actuar al Espíritu Santo en Nosotros. El segundo
momento de esta última etapa, está destinada a enseñar la íntima relación entre fe y vida o entre discipulado y
testimonio de vida. El discípulo está llamado a testimoniar su fe y a iluminar la realidad temporal con la luz del
Evangelio.

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