Page 25 - Revista Octubre
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Todo sureño de la capital bien sabe que si al centro o norte quiere llegar, por lo menos
con una horita de anticipación se debe embarcar, y es que la resaca vehicular es el
principal enemigo de la puntualidad; he aquí la causa de la extremada contaminación de
la Av. Necochea, principal vía de conexión sur occidental, pues el smog emanado por la
aglomeración de automotores perjudica a las edificaciones y más aún a los moradores de
la zona, de quienes su pobre sistema respiratorio y ocular algún día se ha de
acostumbrar; si bien todo Quito es congestión, resulta que la Necochea
topográficamente tiene la condición más bien de severa cuesta, lo que según los
entendidos, mecánicamente genera más combustión en los vehículos al embragar y
acelerar constantemente; esto sumado a que la avenida se fue construyendo desde
tiempos de mi abuelito, o sea cuando no se imaginaba que la ciudad iba a crecer tanto,
pero tanto, que ahora nos queda estrecha, el cuello de botella de la ciudad, lo cual no
deja que el aire contaminado se disipe y todo se queda en las paredes y pulmones de los
desafortunados vecinos. Finalmente, y no menos importante: cuando el aire
contaminado se logra disipar el que sufre es el bosque más cercano, el del Panecillo, lo
que se transforma en un círculo contaminante, ya que los árboles son los pulmones de la
ciudad.