Page 27 - Revista Octubre
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Brian Weiss, psiquiatra norteamericano, en su libro “Muchos cuerpos, una misma
alma” dice:
“La espiritualidad no reside tan sólo en la mente sino más bien en el ser humano como
un todo, en las intenciones y las acciones de una vida bien vivida”
En estos tiempos de mucha inestabilidad social, económica, psicológica y emocional,
empieza a escucharse con mucha frecuencia la palabra espiritualidad como el camino a
seguir para enfrentar todas las vicisitudes que nos trae la vida; entonces surge la
pregunta ¿Qué exactamente es la espiritualidad? La respuesta puede no ser fácil de
encontrar, pues no tiene que ver con la religión como muchos creen, sino que
constituye una búsqueda que va hacia dentro de cada ser humano. La espiritualidad
implica necesariamente, conectar con nosotros mismos: sin miedos, sin condiciones, sin
juzgar ni criticar, aceptando nuestra luz y nuestra sombra, encontrando la esencia de las
cosas, encontrarnos con nosotros mismos, alejarnos del miedo y la culpa que nos han
transmitido desde la concepción.
Para Mario Alonso Puig, médico cirujano, escritor y conferenciante español, la
Espiritualidad es: “Entrar en contacto con lo más íntimo del ser humano ya que lo más
importante no es lo que está fuera sino dentro de él”
Nos han educado en una serie de dogmas que nos llevan a buscar la espiritualidad
fuera de nosotros, a través de la religión, la ética, la moral, que imponen una serie de
normas sin sentido. La humanidad vive en un profundo vacío existencial que la ha
volcado al consumismo en su intento de llenar ese vacío, cada vez más grande, más
doloroso y más notorio, pues mientras más objetos se acumulan mayor es la
insatisfacción.
Para Chamalú, líder espiritual, escritor y conferenciante boliviano,
“El vacío existencial tiene que ver con una civilización que no gira en torno a la vida y
que profana la naturaleza” y define la Espiritualidad como:
“Un puente entre lo de adentro y lo de afuera”
Este es un concepto que puede variar de acuerdo a las diferentes corrientes de
pensamiento. En términos generales, podríamos decir que todo es espiritualidad, que no
tiene reglas ni normas, que el ser humano es un ser espiritual viviendo una experiencia
material y, por lo tanto, la espiritualidad implica incorporar la divinidad a lo cotidiano,
entendiendo que lo que estamos transitando es un camino de aprendizaje.
Lo que da sentido a nuestras vidas y nos lleva a estados de armonía y felicidad es ese
tránsito diario hacia la evolución conciencial que experimentamos al descubrir que lo
verdaderamente trascendental no está en el tener sino en el ser. Nacemos en un estado
de pureza y absoluta conexión con lo divino, lo cual vamos perdiendo en la medida en
que somos “educados” y por lo tanto somos también sometidos a una serie de normas y
reglas impuestas por la sociedad que define lo que es supuestamente correcto e
incorrecto, lo apropiado e inapropiado, y así en la medida que vamos creciendo
perdemos la conexión con esa parte espiritual , para convertirnos en seres temerosos de
todo, vacíos de amor, necesitados de la aprobación de los demás.