Page 98 - LIBRO DE RELIGION 2° MEDIO
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Desde la perspectiva cristiana






                                                  Las grandes religiones y el cristianismo

                                                  Aunque el cristianismo dice diferenciarse de las demás religiones por el
                                                  hecho de que su origen no está en la búsqueda que el hombre hace de
                                                  Dios, sino en la sorpresa de que Dios sale al encuentro de la humanidad
                                                  al hablar por los profetas y especialmente por medio de su Hijo Jesús, de
                                                  todos modos la Iglesia Católica promueve el diálogo respetuoso y fraterno
                                                  con los representantes de todas las religiones del mundo. Es lo que se ha
                                                  llamado diálogo interreligioso.
                                                  En la declaración Nostra Aetate, del Concilio Vaticano II, valora positiva-
                                                  mente el esfuerzo de las religiones no cristianas en su búsqueda de Dios
                                                  y expone cuál debe ser la actitud de los cristianos y cristianas hacia los
                                                  creyentes de otras religiones:

                                                La Iglesia católica nada rechaza de lo que en estas religiones hay de verdadero y santo.
                                                Considera con sincero respeto los modos de obrar y de vivir, los preceptos y doctrinas
                                                que, aunque discrepan en muchos puntos de lo que ella profesa y enseña, no pocas veces
                                                reflejan aquella Verdad que ilumina a todos los hombres. Anuncia y tiene la obligación
                                                de anunciar constantemente a Cristo, que es el camino, la verdad y la vida, en quien
                                                los hombres encuentran la plenitud de la vida religiosa y en quien Dios reconcilió
                                                consigo todas las cosas… Por consiguiente, exhorta a sus hijos a que, con prudencia y
                                                amor, mediante el diálogo y la colaboración con los adeptos de otras religiones, dando
                A todas las religiones no       testimonio de la fe y la vida cristiana, reconozcan, guarden y promuevan aquellos bienes
                cristianas                      espirituales y morales, así como los valores socioculturales, que en ellos existen.
                                                                                                    Nostra Aetate nº 2
                En referencia al hinduismo      En el hinduismo, los hombres investigan el misterio divino y lo expresan mediante
                                                la inagotable fecundidad de los mitos y con los penetrantes esfuerzos de la filosofía,
                                                y buscan la liberación de las angustias de nuestra condición, ya sea mediante las
                                                modalidades de la vida ascética, ya sea a través de profunda meditación, ya sea
                                                buscando refugio en Dios con amor y confianza.
                                                                                                    Nostra Aetate nº 2
                En referencia al budismo        En el budismo, según sus varias formas, se reconoce la insuficiencia radical de este
                                                mundo mudable y se enseña el camino por el que los hombres, con espíritu devoto y
                                                confiado, pueden adquirir, ya sea el estado de perfecta liberación, ya sea la suprema
                                                iluminación, por sus propios esfuerzos o ayudados en un auxilio superior.
                                                                                                    Nostra Aetate nº 2
                En referencia al islamismo      La Iglesia mira también con aprecio a los musulmanes, que adoran al único Dios viviente
                                                y subsistente, misericordioso y todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, que habló
                                                a los hombres, a cuyos ocultos designios procuran someterse con toda el alma, como
                                                se sometió a Dios Abraham, a quien la fe islámica mira con complacencia. Veneran
                                                a Jesús como profeta, aunque no lo reconocen como Dios; honran a María, su madre
                                                virginal, y a veces también la invocan devotamente. Esperan además, el día del juicio,
                                                cuando Dios remunerará a todos los hombres resucitados. Por ello, aprecian la vida
                                                moral y honran a Dios, sobre todo, con la oración, las limosnas y el ayuno.
                                                                                                    Nostra Aetate nº 2
                En referencia al judaísmo       La Iglesia reconoce que los comienzos de su fe y de su elección se hallan en la estirpe de
                                                Abraham; recuerda que ha recibido el Antiguo Testamento de aquel pueblo con el que
                                                Dios hizo la Antigua Alianza, y que de este pueblo procedieron Cristo (según la carne),
                                                María y los Apóstoles. Aunque la mayor parte de los judíos se negaron a aceptar el
                                                Evangelio, siguen siendo, sin embargo, muy queridos de Dios, y la Iglesia aguarda el
                                                día en que todos los pueblos aclamarán al Señor. A la vista de los lazos especialísimos
                                                que ligan a cristianos y judíos, el Concilio recomienda el mutuo conocimiento y la
                                                mutua estima.



             98     RELIGIÓN 2º MEDIO •  UNIDAD 5
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