Page 29 - Palabras en libertad
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Dale Campeón

            Eran las 00:00 del domingo, yo seguía despierto, no podía imaginarme la

            idea de lo que estaba por pasar. Pensé que ese día no iba a llegar más,
            pero finalmente llegó.


            No veía la hora de cambiarme y ponerme el mismo vestuario que todas
            las fechas anteriores, ese calzoncillo azul, las medias largas Adidas, el
            pantalón largo del Atlético de Madrid y la remera negra del chino Saja; Si,
            ese día hacía más de 25º y yo con toda esa ropa encima de mí, no me

            importaba morirme de calor, lo único que quería era ver por primera vez
            en mi vida a Racing campeón.


            Recuerdo que a las 13:00 hs partimos a la cancha, estaba toda la familia
            y en el camino pasamos a buscar a un amigo de mi viejo. La autopista
            estaba desbordada a esa hora y el partido empezaba a las 20:00 hs, una
            locura. Con el tránsito que había llegamos a las 15:00 hs, ahí fuimos para
            el bar donde mi viejo compró la Cocca Light de 500 ml igual que en los

            últimos partidos. No queríamos hacer nada distinto que arruine las cosas.

            Llegamos 5hs antes pero el tiempo pasó volando, estaba en un sueño,

            creía que todo era mentira. Cuando vi a toda esa gente cantando y de
            fiesta, sinceramente me emocione porque sabía bien en el fondo que
            íbamos a ser campeones.


            A las 20:00hs los jugadores salieron a la cancha, me rompí las manos
            aplaudiendo a Milito, al igual que todo el estadio. En el primer tiempo no
            pasó nada termino 0 a 0. En el segundo tiempo a los 4 minutos Gastón

            Díaz hace una jugada por izquierda, engancha y tira el centro para que
            Ricardo Centurión haga el gol más lindo de la historia. Esa jugada quedó
            inmortalizada en mi cabeza y en la de muchos racinguistas, ese abrazo
            interminable con mi viejo y mi hermana entre lágrimas que nunca jamás

            en mi vida voy a olvidar.

            A las 22:22 Diego Ceballos, el árbitro, culmino el partido con ese hermoso
            sonido del silbato. Y ahí pude por fin gritar: DALE CAMPEON!




                                                             Diego Alberto


                                            (Luca Gavarotti – 4º Año – Segundo Premio)
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