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Mundo
   dial colapsara durante años”, algo que precisamente están intentando evitar los organis- mos financieros y Gobiernos de todo el mundo.
¿Cambiará el coronavirus nuestros hábitos de consumo?
Por su parte, los más optimis- tas creen que sí podrían darse cambios a nivel individual, como el experto de la Universi- dad de California Christopher Jones, para quien la gran pre- gunta es si la pandemia provo- cará cambios permanentes en los hábitos de consumo de la población mundial.
“Cada dólar que la gente gasta contribuye a un aumento de los gases de efecto invernadero. Quizá la gente descubra que le gusta hacer reuniones por inter- net, que eso puede ser efi- ciente, y dejen de gastar en hoteles, salas de conferencias y aviones”, argumenta Jones.
Este científico dirige un centro de investigación en Berkeley (California) que se dedica a cal- cular la “huella de carbono” de
cada hogar en EE.UU., es decir, la totalidad de gases de efecto invernadero que se emi- ten como resultado de gastos en transporte, energía, comida, bienes o servicios.
Todavía no tiene información sobre el parón económico ac- tual, pero está observando muy atentamente los datos que lle- gan sobre desperdicios de co- mida porque son uno de los factores que más contribuyen al cambio climático.
En concreto, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) estima que el 30% de los alimentos a nivel mundial se desperdicia, lo que contribuye a un incremento del 8% sobre el total de las emisiones de efecto invernadero.
“Quizás esta crisis enseñe a la gente a desperdiciar menos la comida, o puede que tenga el efecto contrario, ya que mu- chos están comprando más de lo que necesitan”, reflexiona Jones, que para contribuir a ese cambio ha plantado en el
jardín de su casa zanahorias, espinacas y cebollas.
“Polución vengativa" para recu- perar el tiempo perdido
Sin embargo, más allá de los esfuerzos a nivel individual, las repercusiones positivas para el medio ambiente derivadas de la pandemia podrían no solo de- saparecer por completo, sino volverse negativas, depen- diendo de la reacción de cada país para afrontar la consi- guiente crisis económica.
“En China, se está preparando un paquete de estímulo y el de- bate ahora mismo se centra en la dirección que este debe se- guir”, explica a Efe el portavoz de Greenpeace en China Li Shuo.
Si los estímulos para reactivar la economía se centran en energías limpias y sectores res- petuosos con el medio am- biente, como las telecomunicaciones o la tecno- logía, el coronavirus podría, ac- cidentalmente, haber contribuido su grano de arena
en el cambio de modelo pro- ductivo del gigante asiático.
Lo más probable, no obstante, es que los peores presagios de Li se confirmen y China apueste por lo que él ha bauti- zado como “polución venga- tiva”, es decir, inversiones en carbón, petróleo y las mismas industrias pesadas que en las pasadas décadas la convirtie- ron en la fábrica del mundo.
A nivel global, el petróleo es ahora el combustible más atractivo debido a que su precio ha descendido a niveles que no se veían desde 1991, en plena Guerra del Golfo.
Al respecto, la Agencia Interna- cional de la Energía (AIE) ha advertido de que los bajos pre- cios de petróleo podrían debili- tar las inversiones que Gobiernos de todo el mundo han hecho para potenciar la compra de vehículos eléctricos o promover energías limpias, como la solar o la eólica.
  Del 26 de Marzo al 1 de abril del 2020
El Directorio Comercial Latino de Montreal 15
  













































































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