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braya la importancia de tomarse extremadamente en serio la tarea de contener brotes de nue- vos virus. La mejor estrategia, según coincide la mayoría de expertos, es aquella basada en la transparencia y la confianza, con buena información a dispo- sición del público y acciones gu- bernamentales proporcionadas y a su debido tiempo.
miento ilegal".
Nuevo Lunar a la que asistieron altos funcionarios públicos de todas partes de la provincia de Hubei.
Li Wenliang, que había vuelto a trabajar después de que le ad- virtieran de que se mantuviera callado, pronto descubrió que él mismo se había contagiado. Murió a principios de este mes, dejando a un hijo de 5 años y a una viuda embarazada.
Pero en un sistema autoritario, con una estricta censura y un énfasis en la estabilidad política por encima de todo lo demás, la transparencia y la confianza es- casean.
Las autoridades, no obstante, eran muy conscientes del brote de la enfermedad. El día des- pués de que el médico publicara su mensaje, China notificó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el día después de eso, la fuente sospechosa de contagio -el mercado- fue ce- rrada.
En el momento que las autorida- des a nivel nacional se dieron cuenta del inminente desastre y cerraron la ciudad el 23 de enero, era ya demasiado tarde: la epidemia estaba fuera de con- trol.
La respuesta de China ha po- dido parecer en ocasiones de pánico, con lo que ha sido lla- mado la "mayor cuarentena en la historia" y una dura imposi- ción de la norma para aquellos que desobedecen.
Pero pese a los múltiples casos y la preocupación entre los mé- dicos de que se estaba produ- ciendo una transmisión de humano a humano, las autorida- des hicieron poco para proteger al público.
Antes de que los nexos de transporte con Wuhan fueran ce- rrados, un estimado de cinco mi- llones de personas había dejado la ciudad por las vacaciones del Año Nuevo chino, viajando por todo el país y al resto del mundo.
Por qué este es el "peor" mo- mento para contener el brote de coronavirus en China
Algunos han comenzado a lla- mar al desastre el "Chernóbil de China".
Los paralelismos en cuanto a los errores para transmitir las malas noticias hasta la cúspide de la cadena de mando y los incenti- vos para poner el interés de la estabilidad política en el corto plazo por encima de la seguri- dad del público, son más que evidentes.
Pero la muerte de un hombre, silenciado simplemente por tra- tar de proteger a sus colegas, abrió de golpe la presa con una ola de furia directamente dirigida no solo hacia determinadas per- sonas, sino al sistema en sí mismo.
Pero estas medidas se volvieron necesarias tan solo porque la respuesta inicial de las autorida- des fue la definición misma de la palabra complacencia.
Los médicos ya estaban prepa- rando salas de cuarentena y an- ticipándose a un mayor número de ingresos de pacientes cuando Wuhan celebró su reu- nión política anual más impor- tante, la Asamblea Popular de la ciudad.
Tal fue la indignación del público que los censores chinos pare- cían no tener muy claro qué censurar y qué dejar ir.
Hay amplias pruebas de que las autoridades no vieron las seña- les de alarma e incluso peor, las ignoraron. A finales de diciem- bre, el equipo médico en Wuhan comenzó a notar síntomas poco habituales de una neumonía viral, con un grupo de afectados vinculado al mercado que co- merciaba con animales silves- tres ilegales.
En sus discursos, los líderes del Partido Comunista no hicieron ninguna mención al virus.
La Comisión Nacional de Salud de China continuó informando que el número de infecciones era limitado y que no había una evidencia clara de que la enfer- medad pudiera transmitirse entre humanos.
El hashtag #Iwantfreedomofs- peech (quiero libertad de expre- sión) fue visualizado al menos dos millones de veces antes de ser bloqueado. Consciente de la marea de emociones, el Partido empezó a realizar sus propios tributos al fallecido médico. Pronto le tildaron de héroe na- cional.
El 30 de diciembre, el médico Li Wenliang, oftalmólogo que tra- bajaba en el Hospital Central de Wuhan, publicó sus preocupa- ciones en un chat privado gru- pal, advirtiendo a sus colegas de que tomaran las medidas nece- sarias para protegerse.
Y el 18 de enero, las autorida- des de Wuhan permitieron la celebración de un banquete masivo, al que asistieron más de 40.000 familias. El objetivo era lograr el récord del mayor número de platos servidos en un evento.
El caso acaparó la atención de los medios a nivel a nacional, con un reportaje en televisión de un destacado canal oficial anun- ciando que en total ocho perso- nas en Wuhan estaban siendo investigadas por "difundir rumo- res".
Una noticia sobre el evento pu- blicada por un medio oficial, eli- minada desde entonces, señalaba que los artistas que actuaron, algunos con conges- tión nasal y encontrándose mal, "superaron el miedo a la neumo- nía... ganándose las alabanzas de los líderes".
La ira ya estaba hirviendo en el país por el error de las autorida- des de emitir advertencias y la crisis ahora quedó a plena vista. Los políticos de Wuhan estaban culpando a altos funcionarios por fallar en autorizar la publica- ción de información; éstos, por su parte, parecían estar prepa- rándose para dejar a los políti- cos de Wuhan pendientes de un hilo.
Mundo
   Había visto a siete pacientes que parecían sufrir una enferme- dad parecida al SARS, otro co- ronavirus que surgió en un mercado ilegal de animales sal- vajes en China en 2002 y que acabó matando a 774 personas en todo el mundo.
Pocos días después, fue citado por la policía y se vio forzado a firmar una confesión denun- ciando los mensajes que había publicado como "comporta-
Dos días después, China final- mente confirmó que el virus se estaba transmitiendo entre hu- manos.
Edición 862 - Del 13 al 19 de febrero del 2020
El Directorio Comercial Latino de Montreal 9
Lo más reseñable de todo es quizá que, al día siguiente, Wuhan organizó una actua- ción de danza por el Año
  

































































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