Page 7 - El Camino de la Felicidad
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o el espacio. Él ha creado todas las cosas; la Biblia dice: “¿No has sabido, no has oído que el Dios
        eterno es el Señor, el cual creó los confines de la tierra? No desfallece, ni se fatiga con cansancio, y
        su entendimiento no hay quien lo alcance” (Isaías 40:28).

        Dios es todopoderoso: (Mateo 19: 26). Él habla y su palabra se cumple. “Sea la luz”, dijo Dios, “y
        fue la luz” (Génesis 1:3). Él hizo al hombre del polvo de la tierra (Génesis 2:7).  “Él sana a los
        quebrantados de corazón, y venda sus heridas. Él cuenta el número de las estrellas; a todas ellas
        llama por sus nombres. Grande es el Señor nuestro, y de mucho poder; y su entendimiento es
        infinito” (Salmos 147: 3-5).

                                 Dios es personal:  muchos se imaginan a Dios como un ser
                                 impersonal y poco interesado en el mundo, pero no es así. La
                                 Biblia dice  que Dios  nos ama  y que  está tan  interesado  en
                                 nosotros que llegó al punto de enviar a su propio Hijo a morir por
                                 nosotros, para que nosotros podamos vivir por Él (Juan 3:16). Dios
                                 te ama y quiere lo mejor para ti. Él está a tu lado ahora. Sabe lo
                                 que estás pensando en este momento y quiere que seas feliz.

                                 Dios está en todas partes: “¿Se ocultará alguno, dice el Señor, en
                                 escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice el Señor, el cielo y
                                 la tierra?” (Jeremías 23: 24). Dios está a tu lado ahora, mientras
                                 estudias esta lección, y al mismo tiempo está en otro lugar.
                                 Piensa en esto: Dios está en todas partes, pero muestra su
                                 presencia de una forma especial a los que le buscan.

                                 Dios  lo sabe  todo:  “Los ojos del Señor están en todo lugar,
                                 mirando a los malos y a los buenos” (Proverbios 15: 3). Dios lo
                                 sabe todo sobre ti; Él conoce tus más íntimos pensamientos, no
                                 hay nada que puedas apartar de su vista.

                                 Dios es santo:  la palabra santo  significa “separado”.  Dios está
                                 totalmente separado del mal. El pecado no tiene parte en Él. La
                                 maldad y el engaño son totalmente contrarios a su naturaleza
                                 santa. Dios aborrece el camino de los impíos y el pensamiento de
                                 los malos (Proverbios 15: 9, 26). Dios odia el pecado, pero ama al
                                 pecador que acude arrepentido a Él (Lucas 15: 7).

                                 Dios es justo: es imparcial, sus juicios son justos y rectos; y no se
                                 deja engañar por las apariencias. “Los juicios del Señor son verdad,
                                 todos justos” (Salmos 19: 9). “Justo es el Señor en todos sus
                                 caminos, y misericordioso en todas sus obras” (Salmos 145: 17).

                                 Dios es amor: la justicia y santidad de Dios nos hacen conscientes
        de  nuestra condición  pecadora.  Su  amor  y  misericordia  nos  aseguran  el  perdón  en su Hijo
        Jesucristo, si acudimos a Él arrepentidos. “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a
        su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:
        16). Dios te ama, aunque tú no has hecho nada para merecerlo. Dios no cambia. Dios te ha amado
        siempre, y te amará el resto de tu vida, porque “Dios es amor” (1 Juan 4: 8). Él siente tus penas y
        tus alegrías, y está esperando a que le invites a entrar en tu vida. ¿Lo has hecho ya?

        Dios es uno en tres personas: la Biblia dice que Dios es UNO, y que no hay otro Dios, y al mismo
        tiempo nos dice que el Dios único y verdadero se ha manifestado en tres personas distintas: Padre,
        Hijo, y Espíritu Santo, es lo que llamamos la “Trinidad”. Mira algunos pasajes: Mateo 3: 16-17;
        Mateo 28: 19; 2 Corintios 13:14.

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