b. El ayuno y la abstinencia
Es un signo de austeridad. Podemos comer
lo suficiente y abstenernos de comer carne. Lo
importante es acoger el espíritu de Dios y de-
jar la materialidad de las cosas. Nos hace más
libres y más solidarios. Superemos los apegos y
vicios que circundan el diario vivir.
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