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EXPERIENCIA INICIAL Conecta T Las fiestas de la luz

mos lo mismo que nuestros antepasados en aquella
ola, me llamo David y soy judío. Tengo
13 años. Me gusta mucho escuchar
música y salir de excursión con mis ami-
nes sin levadura.
gos. Tengo muchos, pero no piensen
que todos son judíos. última noche en Egipto: un cordero o un cabrito y pa-
Nosotros, los judíos, tenemos celebraciones festivas
todos los meses; para mí, la más bonita es la de Ha-
nukkah (o fiesta de la Dedicación o de las Luces),
que se celebra en el mes de diciembre. En ella se van
encendiendo, una por día, las velas de un candelabro
de ocho brazos (más uno mayor), llamado hanukiyá,
durante ocho días. El octavo día de la fiesta es el más
luminoso... ¡las ocho velas están encendidas! Todas
las familias judías celebramos esta fiesta; por eso, el
último día, para compartir nuestra alegría, ponemos
el candelabro en la ventana y así todo el mundo puede
ver nuestra luz.
¡Ah! ¿No les he dicho por qué celebramos esta fiesta?
En ella conmemoramos la rebelión de los Macabeos
contra los griegos. Cuando los Macabeos
lograron recuperar el Templo, se encontraron con
que quedaba tan poco aceite para el candelabro que
ola, me llamo Sofía y soy cristiana.
apenas podría quemar un día más; sin embargo, para
Tengo 13 años y lo que más me gusta
su sorpresa, el aceite duró ocho días. Al verlo, con-
es salir con mis amigos. Después de
sideraron que lo sucedido era un signo de Dios y un
la Primera Comunión he continuado
mensaje de luz y de paz para el mundo.
reuniéndome con un grupo de amigos
Otra fiesta muy importante para nosotros es la de en la parroquia. Nos encontramos todos los viernes
Pesah (o Pascua), que celebramos en la primera luna para hablar de temas que nos interesan o bien pre-
llena de la primavera (es decir, en marzo o en abril). parar celebraciones o juegos, y algún fin de semana
En ella recordamos la salida de los israelitas de Egipto, nos vamos de excursión.
donde eran esclavos; por lo tanto, celebramos el paso
Ahora llevamos varias semanas organizando la Se-
de la esclavitud a la libertad. Durante la cena pascual,
mana Santa. En la Vigilia Pascual, una celebración
cada familia recuerda cómo Dios ayudó al pueblo de
muy larga y muy bonita, llena de ritos y signos, nos
Israel en su camino hacia la libertad, y por eso cena-
reunimos para recordar el paso de Jesús de la muerte
a la vida. Los miembros de mi grupo colaboramos
en la preparación de la primera parte, dedicada al rito
de la luz, que empieza con la ceremonia del fuego,
donde encendemos un cirio muy grande para que
nos ilumine a lo largo de todo el año. Todos los bau-
tismos del año se celebrarán a la luz de ese cirio pas-
cual.
Luego entramos en la iglesia, que está a oscuras, ilu-
minados por el cirio pascual y por las luces de las
velas que cada uno ha encendido tomando fuego del
mismo cirio.
Se encienden las luces de la iglesia y se empieza a
cantar el pregón de la noche de Pascua. Jesús re-
sucitado es la luz de nuestra vida cristiana.

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