Page 46 - tan bueno como el pan
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La construcción de la Basílica de
María Auxiliadora
os trabajos se iniciaron en mayo de 1916. Lo primero que se hizo fue demoler lo
poco que se había avanzado diez años atrás con el templo inconcluso. Como los
Lplanos eran distintos, esas estructuras eran un obstáculo.
El arquitecto Vespignani trajo consigo al maestro de obras José Salassa, con quien había
trabajado en la construcción de iglesias en Argentina. Vespignani regresó a Buenos Aires
a seguir diseñando otras iglesias, pero Salassa se quedó en Lima dirigiendo los trabajos.
El padre Pane se dedicó entonces a la difícil tarea de buscar el dinero para financiar
la construcción. Desde 1916 hasta su muerte en 1923, su principal preocupación fue la
búsqueda de recursos para pagar a los obreros y comprar los materiales. Su labor fue
importantísima para impedir la paralización de los trabajos y el fracaso del proyecto. Por
ello fue considerado como “el alma mater de esa obra verdaderamente monumental”.
Cuando Pane falleció, siete años después del inicio de las obras de construcción, los
Salesianos escribieron sobre él:
“Dirigió todos sus esfuerzos, en el ocaso de su vida, a convertir en realidad el ferviente
anhelo de su alma piadosa y devota, levantando a María Auxiliadora un magnífico
santuario. El padre Pane fue el encargado de recolectar las limosnas para la gran obra, y
por sus manos pasaron las cuantiosas sumas que han sido necesarias para llevarla adelante
hasta el punto en que se encuentra. ¿Prodigio? No merece otro nombre el hecho de no
haber faltado jamás el dinero necesario para pagar las planillas semanalmente”.
Un testimonio evidencia la entrega del padre Pane a esta labor. El padre Jorge Mauchi,
artista y sacerdote salesiano fallecido en el 2018 a los 83 años, señalaba que en su hogar
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