Page 50 - tan bueno como el pan
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XI
Su legado
odas estas labores habían debilitado su salud. Tenía planificado realizar un viaje a
Italia para contratar algunas obras de arte para el templo, pero no lo pudo concretar.
TCayó gravemente enfermo y, a pesar de la atención de varios médicos amigos de la
obra salesiana, nada se pudo hacer. El padre Carlos Pane falleció en Breña a las cinco y
quince de la tarde del 20 de marzo de 1923. Tenía 66 años, 32 de ellos entregados a su labor
en el Perú.
El mismo día de su deceso fue velado en un ambiente del Colegio Salesiano de Breña. Al
día siguiente, a las nueve de la mañana, el cajón con sus restos fue llevado hasta la cripta de
la Basílica de María Auxiliadora para una misa fúnebre de cuerpo presente. Fue celebrada
por el padre inspector Luis Héctor Sallaberry, en presencia del Nuncio Apostólico y varios
religiosos, alumnos del colegio y numerosas personas. Después, el féretro fue colocado en
una modesta carroza y trasladado al Cementerio Presbítero Maestro, donde fue sepultado.
Ese día terminó la vida terrena de Pane, pero también comenzó su recorrido como
figura trascendental de la historia salesiana.
Otro antiguo alumno del padre Pane, el padre Fortunato Chirichigno, fue designado
como su sucesor al frente de los trabajos de construcción de la Basílica de María Auxiliadora.
Cuando se concluyó la torre, la Basílica fue inaugurada nuevamente. La ceremonia se
realizó el 8 de diciembre de 1924, dentro de las celebraciones por el centenario de la Batalla
de Ayacucho. También asistieron el presidente Leguía y las más importantes autoridades
del país.
De una u otra manera, Pane y los Salesianos habían cumplido su compromiso de tener
el templo terminado para el centenario de la independencia: quizás no para los cien años
de la proclamación, pero sí para el centenario de la batalla que consolidó la libertad del
Perú y todo el continente.
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