Page 5 - Guia 4 años
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desarrollo integral saludable. Los vínculos afectivos proporcionan un sentido de seguridad
que favorece el aprendizaje emocional y la regulación de las emociones a medida que los
niños crecen.
Por ello, la educación emocional es fundamental desde los primeros años, ya que permite
a los estudiantes vivir experiencias que validan sus emociones. Les ayuda a identificarlas,
nombrarlas y dialogar sobre lo que sienten. Además, les enseña a poner límites, expresarse
de manera asertiva sin dañar las relaciones con los demás, quererse, aceptarse y respetar
a los otros. Todo esto contribuye al desarrollo de habilidades para tomar decisiones y
resolver conflictos de manera efectiva.
ALEGRIA
La alegría es una de las emociones más fáciles de reconocer, se expresa con el cuerpo,
gestos del rostro como risas y una actitud positiva. Los estudiantes identifican esta emoción
cuando experimentan momentos agradables, felices, como jugar con amigos, participar en
actividades, recibir cariño. Esta emoción fomenta la motivación y el deseo de aprender.
TRISTEZA
La tristeza es una emoción natural que los estudiantes experimentan cuando algo no sale
como ellos esperan o se ven afectados por circunstancias que los entristecen. A esta edad,
comienzan a entender que está bien sentirse tristes y que es importante compartir esos
sentimientos. Ayudarlos a reconocerla, a poner en palabras lo que sienten y darles un
espacio seguro para expresarse, es crucial para que aprendan a gestionarla de forma
saludable.
MIEDO
El miedo es una emoción común en la infancia, especialmente cuando los estudiantes se
enfrentan a lo desconocido, a situaciones nuevas o aquellas que no comprenden, como por
ejemplo la oscuridad. Seres imaginarios como personajes de cuentos, entre otros. Es
fundamental crear un ambiente seguro donde puedan dialogar sobre esta emoción
expresando lo que sientes para volver a la calma.
SORPRESA/ASOMBRO
La sorpresa es una emoción que surge cuando los estudiantes se encuentran con algo
inesperado o repentino. Es común que se sorprendan por algo nuevo, imprevisto o fuera
de lo habitual. Esta emoción es breve y a menudo antecede a otras, como la alegría, miedo,
tristeza, dependiendo del suceso al que se enfrenten y que permite captar la atención de
inmediato. Precede al asombro, que es una emoción más intensa y duradera que implica
admiración hacia algo extraordinario. Por su capacidad para generar curiosidad e interés,
la sorpresa puede ser una excelente herramienta para captar la atención infantil y motivar
el aprendizaje.
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