Page 94 - 5to primaria_JMFDB_Neat
P. 94

Unidad 4, página 40, actividad 4:
                                                                     Lc 14, 15-24
                                                                     Mientras comían, uno de los comensales dijo a
                                                                     Jesús:
                                                                     —¡Bienaventurado el que coma en el reino de
                                                                     Dios!
                                                                     Jesús le contestó:
                                                                     —Un hombre daba un gran banquete y convidó
                                                                     a mucha gente; a la hora del banquete mandó
                                                                     a su criado a avisar a los convidados: «Vengan,
                                                                     que ya está preparado». Pero todos a una empe-
                                                                     zaron a excusarse. El primero le dijo: «He compra-
                                                                     do un campo y necesito ir a verlo. Dispénsame,
                                                                     por favor». Otro dijo: «He comprado cinco yuntas
                                                                     de bueyes y voy a probarlas. Dispénsame, por
                                                                     favor». Otro dijo: «Me acabo de casar y, por ello,
               Mt 8, 5-13                                            no puedo ir». El criado volvió a contárselo a su
               Al entrar en Cafarnaún, un centurión romano se        señor.  Entonces  el dueño de  casa, indignado,
               acercó a Jesús para hacerle un ruego. Le dijo:        dijo a su criado: «Sal aprisa a las plazas y calles
               —Señor, mi asistente está en casa enfermo, para-      de la ciudad y tráete aquí a los pobres, a los lisia-
               lítico, sufriendo terribles dolores.                  dos, a los ciegos y a los cojos». El criado dijo:
                                                                     «Señor, se ha hecho lo que mandaste, y todavía
               Jesús le respondió:                                   queda sitio». Entonces el señor dijo al criado: «Sal
               —Iré a sanarlo.                                       por los caminos y senderos, e insísteles hasta que
               —Señor —le contestó el centurión—, yo no merez-       entren y se llene mi casa. Y les digo que ninguno
               co que entres en mi casa. Basta que des la orden      de aquellos otros convidados probará mi ban-
               y mi asistente quedará sanado. Porque yo mismo        quete».
               estoy bajo órdenes superiores, y a la vez tengo
               soldados bajo mi mando. Cuando a uno de ellos
               le digo que vaya, va; cuando a otro le digo que       Unidad 4, página 44, actividad 6: Mt 10, 2-4
               venga, viene; y cuando ordeno a mi criado que         Estos son los nombres de los doce apóstoles: el
               haga algo, lo hace.                                   primero, Simón, llamado Pedro, y Andrés, su her-
               Al oír esto, Jesús se quedó admirado y dijo a los     mano; Santiago, el de Zebedeo, y Juan, su her-
               que lo seguían:                                       mano; Felipe y Bartolomé, Tomás y Mateo el pu-
               —Les aseguro que no he encontrado a nadie en          blicano; Santiago el de Alfeo, y Tadeo; Simón el
               Israel con tanta fe como este hombre.                 de Caná, y Judas Iscariotes, el que lo entregó.

                                                                     Unidad 1, página 10, actividad 5:
                                                                     Ex 12, 34
                                                                     El pueblo recogió la masa sin fermentar y, envol-
                                                                     viendo las artesas en mantas, se las cargaron al
                                                                     hombro.

                                                                     Ex 12, 39
                                                                     Cocieron la masa que habían sacado de Egipto
                                                                     en forma de panes ázimos, pues aún no había
                                                                     fermentado, porque los egipcios los echaban y
                                                                     no los dejaban detenerse. Tampoco se llevaron
                                                                     provisiones.






       94
   89   90   91   92   93   94   95   96   97   98