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Ampliación

NOMBRE: ………………………………….............. CURSO: ………………....... FECHA: ………......….......

1. Jesús utiliza a menudo la imagen de un banquete para hablar del Reinado de Dios. Este fragmento del Evan-
gelio sitúa a Jesús justamente en un banquete, y este hecho es aprovechado por Él no solo para advertir a
sus seguidores sobre cómo deben comportarse en el trato social, sino sobre todo para remarcar la invitación
de Dios a participar de su Reino.

Una vez que Jesús entró a comer en casa de un jefe de fariseos, al ver que los invitados escogían los asientos de
honor en la mesa, les dio este consejo:
—Cuando alguien te invite a una fiesta de bodas, no te sientes en el lugar principal, no sea que llegue otro invitado
más importante que tú, y el que os invitó a los dos venga a decirte: «Deja tu sitio a este otro». Entonces tendrás
que ir con vergüenza a ocupar el último asiento. Al contrario, cuando te inviten, siéntate en el último lugar, para que
cuando venga el que te invitó te diga: «Amigo, pásate a este sitio de más categoría». Así quedarás muy bien delan-
te de los que están sentados contigo a la mesa. Porque el que a sí mismo se engrandece será humillado, y el que
se humilla será engrandecido.
Dijo también al hombre que le había invitado:
—Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, a tus hermanos, a tus parientes o a tus vecinos ri-
cos; porque ellos a su vez te invitarán, y quedarás así recompensado. Al contrario, cuando des una fiesta, invita a
los pobres, a los inválidos, a los cojos y a los ciegos; así serás feliz, porque ellos no te pueden pagar, pero tú reci-
birás tu recompensa cuando los justos resuciten.
Al oír esto, uno de los que estaban sentados a la mesa dijo a Jesús:
—¡Dichoso el que tenga parte en el banquete del Reino de Dios!
Jesús le dijo:
—Un hombre dio una gran cena e invitó a muchos. A la hora de la cena envió a su criado a decir a los invitados:
«Venid, que ya está todo preparado». Pero ellos comenzaron uno tras otro a excusarse. El primero dijo: «Acabo de
comprar un campo y tengo que ir a verlo. Te ruego que me disculpes». Otro dijo: «He comprado cinco yuntas de
bueyes y he de probarlas. Te ruego que me disculpes». Y otro dijo: «No puedo ir, porque acabo de casarme». El
criado regresó y se lo contó todo a su amo. Entonces el amo, indignado, dijo a su criado: «Sal enseguida a las ca-
lles y callejas de la ciudad, y trae acá a los pobres, a los lisiados, a los ciegos y a los cojos». Volvió el criado, dicien-
do: «Señor, he hecho lo que me mandaste y aún queda sitio». Y el amo le contestó: «Ve por los caminos y cerca-
dos y obliga a otros a entrar, para que se llene mi casa. Porque les digo que ninguno de aquellos primeros invita-
dos comerá de mi cena».
Lc 14, 7-24

a) Resume la recomendación de Jesús sobre la manera en la que debe comportarse un invitado. ¿Cuál es la
motivación que promueve esta actuación?
b) Jesús pronuncia estas palabras rodeado de fariseos, que constituían el grupo judío que se creía superior
al resto por ser más cumplidor de la Ley; por lo tanto, el mensaje debía de ser sorprendente. ¿Crees que
hoy la humildad es un valor en alza? Justifica la respuesta.
c) Interpreta el significado de la parábola de los invitados al banquete. Para ello, teniendo en cuenta que el
banquete simboliza el Reino de Dios y es Dios mismo quien ofrece ese banquete, completa:

En tiempos de Jesús En la actualidad

Fariseos y otros judíos cumplidores Personas con la vida ya resuelta.
Invitados que se excusan
de la Ley.
Pobres, lisiados... Marginados de aquel tiempo: pobres, .........................................................
de las calles leprosos... El Reinado de Dios
Gente de los caminos Extranjeros (no pertenecientes .........................................................
al «pueblo elegido»). 8.

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