Page 192 - LA BEND PRIM 1
P. 192
190 Dr. William Soto Santiago
a Cristo el derecho a la herencia de la Primogenitura.
Pero Cristo, consciente de que está luchando por los
derechos que Dios le ha dado, Él (vean ustedes) lleva a
cabo esa batalla, esa lucha; y las personas no sabían lo
que estaba sucediendo. Pero Cristo está luchando por
todos los derechos de la Primogenitura; y en los
derechos de la Primogenitura está el tener tanto un
pueblo terrenal como un pueblo celestial de personas
que vivirán por toda la eternidad.
Así como en la primogenitura estaba la bendición de un
pueblo: una nación, allá en la primogenitura que Abraham
pasó a Isaac, e Isaac pasó a Jacob: cuando perdió Esaú la
Bendición de la Primogenitura al vender la primogenitura
a Jacob, el cual amaba la primogenitura y luchó por ella. Y
Dios dijo de Jacob y de Esaú: “A Jacob amé y a Esaú
aborrecí” [Romanos 9:13].
Y Dios también había dicho que dos pueblos, dos
naciones, estaban en el vientre de Rebeca, y que una sería
más grande que otra; pero la mayor, la más grande, serviría
al menor. “El más grande servirá al menor”. O sea, que
Esaú serviría a Jacob, y por consiguiente la descendencia
de Esaú serviría a la descendencia de Jacob.
Siempre la persona que ama la primogenitura es
amada por Dios. Siempre que las personas
menosprecian la primogenitura son aborrecidas por
Dios, son reprobados por Dios.
Cuando una persona rechaza a Cristo como su Salvador,
está menospreciando la primogenitura, y por consiguiente
Dios lo ha reprobado y no podrá tener derecho a la vida