Page 39 - Frankenstein
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tomas de un carácter dulce y afectuoso. Estas
características y el deseo de afianzar los lazos
del amor familiar hicieron que mi madre consi-
derara a Elizabeth como mi futura esposa, plan
del cual nunca encontró razón para arrepentir-
se.
A partir de este momento, Elizabeth Lavenza
se convirtió en mi compañera de juegos y, a
medida que crecíamos, en una amiga. Era dócil
y de buen carácter, a la vez que alegre y ju-
guetona como un insecto de verano. A pesar de
que era vivaz y animada, tenía fuertes y pro-
fundos sentimientos y era desacos-
tumbradamente afectuosa. Nadie podía disfru-
tar mejor de la libertad ni podía plegarse con
más gracia que ella a la sumisión o lanzarse al
capricho. Su imaginación era exuberante, pero
tenía una gran capacidad para aplicarla. Su per-
sona era el reflejo de su mente, sus ojos de color
avellana, aunque vivos como los de un pájaro,
poseían una atractiva dulzura. Su figura era
ligera y airosa y, aunque era capaz de soportar