Page 34 - Un poeta con dos ruedas : cuento para los 11 años de edad y sus alrededores
P. 34
llano siguiente de la escalera. El muchacho deseaba
reírse igual que don Huracán se había reido de él
cuando se le desinfló la bicicleta.
Aquella hazaña pintoresca de Lupito indignó
tanto al gordo, que dejando su puerta abierta por
las prisas, comenzó a subir corriendo para alcanzar
al niño; pero el colegial subía por las escaleras más
de prisa. . . y el caballero de los bigotazos tuvo
que descansar en el tercer piso, dando lugar a que
Lupito descansase en el cuarto.
¡Qué curioso fue aquello!, porque la puerta del
piso estaba abierta, y salieron a ver al niño 12 con-
fiteras vestidas de azul que fabricaban ricos dulces
y entonces le ofrecieron unos pastelitos.
-—¿Y para qué dulcería hacen ustedes estas
cosas tan ricas? —les preguntó él.
-—Son para 12 niños que viven en el piso más
alto.
No hubo tiempo de más explicaciones, porque
en esto vieron que don Huracán empezaba de nue-
vo, ligeramente, la subida; de manera que, también
el colegial tuvo que seguir elevándose delante.
Mas sucedió lo de antes: que el caballero se
cansó de nuevo, descansó en el piso séptimo, y Lu-
pito en el octavo; que por cierto también estaba
abierto; de manera que pudo verse por allí a 12
vacas que vivían tranquilamente, y a un joven va-
quero que se acercó en seguida a ofrecer al muchacho
un vaso de leche; lo cual vino divinamente para
que el chiquillo recuperara las fuerzas perdidas.
32