Page 37 - Un poeta con dos ruedas : cuento para los 11 años de edad y sus alrededores
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JUGADA — Si hemos de decir la verdad, Lupito
sintió un poco de miedo porque ya no había más
pisos para defenderse, y entonces sí que podría
darle alcance don Huracán.
Fue en aquel momento cuando apareció un ex-
traño niño, en la forma exacta de esos querubines
que no tienen más que cabeza y alas, y posándose
en el borde alto de la puerta abierta, preguntó al
recién llegado:
—¿Qué deseas?
—Deseo un escondite, porque viene persiguién-
dome ese gordo tamborilero que vive en el piso de
abajo, . .
—Pasa en seguida a esa habitación; verás cómo
al picaro de don Huracán le hacemos alguna juga-
da de las que no se olvidan.
Efectivamente, le metió en una salita en la que
había seis sillones para las visitas y, colgando del
techo, 12 aros en los cuales se podían posar los
niños volantes.
Cerraron la puerta del piso y mientras descan-
saba en el rellano del 29 don Huracán, el niño ala-
do explicó lo que era aquello.
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