Page 140 - 06 Turing
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forma, utilizando para tal fin los ordenadores de la Universidad de
                     Manchester. Turing postuló que ciertas sustancias químicas, los
                     morfógenos, así como ciertos procesos físico-químicos, por ejem-
                     plo, la difusión, es decir el movimiento de moléculas como el mor-
                     fógeno, u otros fenómenos como la activación, o promoción, y la
                     inhibición, o represión, eran responsables de los procesos de di-
                     ferenciación celular, que consiste en las etapas por las que pasa
                     una célula desde el  embrión hasta convertirse en el individuo
                     adulto en una célula especializada-muscular, neuronal, etc.-.
                     Por tanto, la idea central de Turing era que en un embrión, las
                    posiciones que ocupan las células aún sin diferenciar, es decir, sin
                     especializar, contienen información «grabada» en los morfógenos
                     con la que se controlará el desarrollo del embrión, el proceso que
                     conducirá a la especialización de sus células hasta llegar a con-
                    vertirse en un individuo adulto. La genialidad de Alan Turing se
                    inanif estó una vez más en esta investigación, ya que predijo la
                    existencia de los morfógenos, que no fueron descubiertos hasta
                    muchos años después.
                        En los años sesenta el biólogo Lewis Wolpert (n. 1929) rede-
                    finió el concepto de morfógeno introducido por Turing, tras des-
                    cubrir la primera sustancia de estas características, una proteína,
                    en la mosca del vinagre Drosophila melanogaster. Los morfóge-
                    nos, que pueden ser sustancias químicas muy variadas, desde pro-
                    teínas  hasta vitaminas,  funcionan  controlando  los  genes,  las
                    unidades de la herencia. Sin embargo, puesto que un gen es un
                    fragmento de ADN, su modo de acción no fue entendido hasta el
                    descubrimiento de la estructura del ADN en 1953 por James D.
                    Watson (n.  1928) y Francis Crick (1916-2004), un año antes de la
                    muerte de Alan Turing. En la actualidad, el modelo de Turing de
                    morfogénesis, mediante el que explicó la formación de bandas en
                    la piel de las cebras, ha sido aplicado a otros animales y demos-
                    trado experimentalmente. Su modelo ha recibido el apoyo de mu-
                    chos investigadores en problemas teóricos de la biología, como
                    por ejemplo, Lewis Wolpert (n. 1929) o Hans Meinhardt (n. 1938).
                    Sin embargo, hay investigadores que sostienen que la morfogéne-
                    sis ocurre de otra forma a la postulada por el científico inglés, que
                    las células siguen un «plan maestro» por el que las células del






         140        EL LEGADO DE ALAN TURING
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