Page 15 - MONTT LATIN AMERICAN MAGAZINE, DECEMBER, 2021
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de reuniones en la sede de Santiago del Congreso Nacional, a 28 días del estallido social . “Eso lo catapultó como candidato presidencial; Boric es razonable, dialogante, y ha aprendido de la complejidad de la política. Boric hablaba muy mal de los partidos y eso lo ha cambiado. Ha mostrado capacidad de hacer cosas que no gustan a sus bases, como ese acuerdo del 15 de noviembre”, resume Heiss.
Revela que una conversación suya con el senador UDI Juan Antonio Coloma en los pasillos del Congreso fue uno de los factores que dieron con la fórmula para cambiar la Constitución a través de un plebiscito. Boric fue a socializar el mecanismo con el FA. “Hay que consultar a las bases”, le dijo la presidenta de su partido Gael Yeomans. “Ya no hay tiempo”, contestó Boric, agregando que si su partido no lo apoyaba -como sucedió- iba a firmar a título personal. “Yo ya di mi palabra”, hizo ver. Su postura arrastró así al FA a firmar, lo que fue clave para la legitimidad del acuerdo.
De hecho, la firma lo distanció del Partido Comunista, que no apoyó el pacto. Y muchos de los estudiantes que lo seguían en ese momento lo consideraron un “traidor”.
El Modelo Portugués
“Si logra implementar la mitad de lo que promete, se convertirá en alguien que defina e inspire a una nueva izquierda”, dijo el profesor asociado germano-brasileño en la Escuela de Relaciones Internacionales de la FGV en São Paulo, Oliver Stuenkel. “Boric tiene una gran capacidad de diálogo y de lograr acuerdos democráticos en momentos muy complejos. Lo demostró durante el estallido social, en momentos muy álgidos”, destacó Juan Ignacio Latorre, senador de su coalición de izquierdas.
De acuerdo con Claudia Heiss,: “ El triunfo de Boric fortalece la opción de una izquierda democrática en América Latina. Brasil es un caso interesante y en el futuro podría ser un aliado del Gobierno chileno a nivel internacional en términos de reformas que robustezcan los derechos sociales, pero al mismo tiempo protejan el pluralismo y las libertades. Hemos tenido en América Latina una izquierda no pluralista y no garante de las libertades, que Boric ha rechazado con mucha fuerza. La izquierda uruguaya siempre ha sido un referente para Boric. Por algo el Frente Amplio sacó el nombre del Frente Amplio uruguayo. Creo que las alianzas serán con las fuerzas de la izquierda más democráticas en Brasil y Uruguay. Diría que en el mundo hay una tendencia a afirmar una orientación hacia políticas keynesianas y una superación de los modelos neoliberales. Y Chile se inserta en esa orientación”.
Muchos se preguntan, sin embargo, en qué modelo en específico se sustentará el Gobierno de Boric y, más que nada, esa nueva izquierda. El círculo del Presidente electo defiende el llamado modelo portugués y espera implementarlo.
En 2011, Portugal se encontraba al borde de la ruina. Había tenido que pedir un rescate de USD $91.000 millones a la “troika” del FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.
Al igual que pasó con Grecia, se le impusieron durísimas condiciones de austeridad fiscal, que un Gobierno de derecha en Portugal intentó hacer cumplir. Miles de empleados fueron despedidos. Se recortaron los salarios. Incluso muchos días festivos fueron eliminados por un Gobierno que intentaba evitar la quiebra nacional. La austeridad era la regla y el supuesto remedio. En ese contexto, las elecciones de 2015 parecían presagiar más problemas para Portugal. El electorado rechazó las restricciones que implicaba otro Gobierno conservador e instaló en el poder a una coalición de socialistas con comunistas y otros partidos de extrema izquierda. “Era una novedad política en Portugal”, le asegura André Freire, académico del Centro de Investigación y Estudios Sociológicos del Instituto Universitario de Lisboa. “Las políticas que implementó el Gobierno de Antonio Costa iban en contra del recetario tradicional. Se revirtieron los recortes salariales del anterior Gobierno. No es que se aumentaran los salarios. Simplemente se recuperaron de los recortes que habían sufrido durante la época de la troika”, recuerda Freire. También se restauró una jornada laboral de 35 horas semanales para empleados públicos, se recuperaron las pensiones y se aumentó el salario mínimo. Lo novedoso es que estos programas sociales se hicieron “de una manera fiscalmente responsable”, indica el experto.
La Estrategia Empleada
La forma de operar fue simple pero eficaz: mejorar las condiciones salariales de la gente para hacer que despegue el crecimiento y así reducir el déficit fiscal, cambiando por completo los dogmas prevalecientes.
El expansión anual se acerca hoy al tres por ciento y, por primera vez en una década, el desempleo cayó a menos del 10 por ciento. Las exportaciones y los ingresos por turismo aumentaron vertiginosamente. La deuda, sin embargo, todavía es alta porque equivale al 130 por ciento del Producto Interno Bruto. Las dos preguntas obvias que muchos se hacen sobre el milagro económico portugués son: ¿durará mucho tiempo más? Y también: ¿puede ser replicado en otros países? La respuesta no está clara en
ninguno de los dos casos.
En cuanto a su sostenibilidad, muchos se interrogan sobre cuánto durará esa inesperada armonía entre un Gobierno de tecnócratas, y la coalición parlamentaria de ultraizquierdistas que los mantiene en el poder. “En 40 años de vida democrática de Portugal, es la primera vez que funciona una alianza semejante entre la izquierda moderada y la izquierda radical para formar un Gobierno nacional, que surgió como reacción a las medidas extremas de austeridad que quiso imponer la derecha”, dice Freire.
El líder del Gobierno español, Pedro Sánchez señaló que “el reto de la socialdemocracia hoy es saber entenderse con otras fuerzas progresistas. El mejor ejemplo de esto es Portugal. Hay que salir del exclusivismo, y esa es la gran lección que nos han dado nuestros vecinos: las izquierdas se pueden entender con la socialdemocracia como gran vector”.
Para Andrés Malamud, docente de la Universidad de Lisboa, “el ‘modelo portugués’ se basó en dos factores: baja radicalización (ideológica) y baja ambición (por cargos). Difícil de repetir”, sostiene.
En Busca de
la Gobernabilidad
De acuerdo con el senador de uno de los partidos del Frente Amplio, Revolución Democrática (RD) y parte del equipo de Gabriel Boric, Juan Ignacio Latorre: “El caso portugués nos inspira porque constituyó una innovación política en Europa y en el mundo. No para copiar y pegar, porque no es el mismo contexto ni experiencia, sino para buscar fórmulas pragmáticas y flexibles de gobernabilidad. En Portugal, el Ejecutivo está a cargo del Partido Socialista, y en Chile, de Apruebo Dignidad, que es la coalición de Gobierno y Gabriel Boric, el Presidente electo, elige su gabinete con autonomía y libertad. Al mismo tiempo, necesitamos un acuerdo en el Parlamento como Portugal para que las fuerzas políticas y sociales respalden al Gobierno. La distinción que hacemos es que esas fuerzas no tienen por qué necesariamente cargar con la responsabilidad política, pero sí pueden poner a disposición determinados cuadros políticos y técnicos para tener un buen gabinete, que dé un buen Gobierno que permita otorgar estabilidad y llevar adelante acuerdos parlamentarios. No es un cheque en blanco, no es un apoyo incondicional”.
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