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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
HOGAR DE CRISTO
Su llegada al Hogar de Cristo fue extraordinaria, porque si bien su tarea sería administrar, algo que había hecho toda una vida, nunca antes trabajó en una empresa sin fines de lucro, donde los “clientes” eran los pobres, a los que llegó a “amar y a conocer profundamente”, expresa.
CRECIMIENTO
El principal problema que
tuvo que enfrentar fue que en las últimas décadas el Hogar
de Cristo experimentó un enorme crecimiento, pero eso aumentó el desorden y el caos. La institución llegó a estar en 55 localidades; la contabilidad funcionaba con un solo RUT; existían docenas de voluntarios que eran apoderados bancarios. “Muchas personas, pero cero control”, expresa Susana Tonda.
realizar una impresionante gestión de cambio. En Bancard, Fincard, Banefe y Lan, más que nada, se dedicó a crear, innovar y luego gestionar, pero aquí tendría que transformar, sin romper, ni avasallar, con resultados tardíos, lo cual sería, en principio, poco gratificante para todos.
“El tema de fondo era el enorme crecimiento del Hogar de Cristo, que al expandirse aumentó el desorden y el caos. La institución llegó a estar en 55 localidades; la contabilidad funcionaba con un solo RUT; existían docenas de voluntarios que eran apoderados bancarios, toda gente de confianza. Muchas personas, pero cero control”, expresa Susana Tonda.
Casi como en Lan, la gestión de personas era inexistente, de modo que hubo que reorganizarlo todo. “Hicimos un tremendo esfuerzo y dejamos las bases bien puestas y armadas de lo que es el Hogar de Cristo hoy día. De más está decir que me correspondió vivir una época maravillosa, donde era fundamental tener todo en orden y, más que nada, levantar mucho dinero, porque el Hogar no se financia y no financiarse significa cerrar obras, es decir, sacar gente a la calle. Es una empresa enorme, con más de cuatro mil empleados, donde es imposible avanzar, sin un buen esquema administrativo”, indica.
Su trabajo no solo era gerenciar el Hogar de Cristo, con todas sus líneas temáticas que son calle, adultos mayores vulnerables, niños y mujeres agredidas, sino que además fundaciones como el Fondo Esperanza, Rostro Nuevo, Súmate, Emplea.
Su gran fe en Cristo y en el padre Hurtado, al que califica como “un santo maravilloso”, le dieron un necesario “primer empujón”, porque era verdad que llegaba
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