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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
Y siempre pensando en el servicio, de ese crisol que fue ODEPLAN nació, por ejemplo, otro programa, que era una combinación de atención parvularia con alimentación. Se diseñó una especie de minijardines infantiles, pero movibles, donde no bastaba con entregar comida, también cuando las madres retiraban el alimento se las capacitaba en cómo estimular a sus hijos.
“Son las cosas que hoy ya están totalmente comprobadas, pero que nosotros en ese entonces hacíamos muchas veces por intuición, movidos por el entusiasmo. Hoy día el tema de la desnutrición está superado; ahora se dio vuelta la página y se comprobó que, a nivel de políticas públicas, no hay nada más rentable para un Gobierno que crear las capacidades en las madres para que puedan estimular a sus hijos y los orienten de un modo tal, para que nunca queden sumidos bajo la línea de pobreza. De hecho, el concepto está muy identificado. Lo que nosotros aplicamos en ese entonces fue el tema del acompañamiento familiar en el preescolar, algo que hoy día es la práctica común en el mundo desarrollado. No sacas nada con desarrollar un niño potente que vuelve a su casa y no recibe ningún estímulo, ningún cariño o que vive en una situación de inestabilidad permanente. Para evitarlo, uno tiene que trabajar con esas madres jóvenes, adolescentes, darles apoyo para que sean unas buenas mamás y saquen a sus hijos adelante. Madres solteras, muchas solas, sin maridos, sin parejas, sin padres ese es el problema hoy, y los Estados deben mirar hacia el futuro y actuar en consecuencia”.
La labor realizada en ODEPLAN fue tan exitosa, que pronto Patricia Matte pasó a un órgano similar al anterior, pero superior, la Secretaría de Desarrollo Social, a cargo de Hernán Büchi, una especie de “contraloría” de los programas sociales, creado a raíz de las crisis económicas posteriores, cuando surgieron muchas presiones al Estado.
Esta Secretaría funcionaba al alero de la Presidencia de la República, independiente de ODEPLAN; la aprobación de los proyectos sociales dependía de este organismo y era misión de esa Secretaría convencer al Ministerio de Hacienda para su ejecución. Ahí le correspondió a Patricia Matte trabajar con el mundo militar, del que dice que aprendió a conocer y a respetar.
A su juicio, hoy día es poco lo que se ha avanzado en innovación respecto de éstos y otros programas. En definitiva, se trataría de los mismos de siempre, o iguales o con otros nombres. Por ejemplo, el Programa Nacional de Alimentación Complementaria, que ayudó a terminar con la desnutrición, continúa de la misma manera. “Efectivamente, nadie lo ha vuelto a mirar: ¿Tendrá sentido entregar el mismo tipo de alimento, la misma leche, cuando ahora el problema de los adolescentes es la obesidad mórbida?”
Agrega que la encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen)
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