Page 204 - NUEVE MUJERES, LIDERAZGOS QUE INSPIRAN
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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
“Todos los martes de su vida, lloviera, tronara, relampagueara, se almorzaba a la una y media en punto, y mi padre, que le gustaba llegar tarde, se veía obligado a apurarse y ella partía a la población con nosotros chicos, yo y mi hermano Eliodoro. Entonces nos puso en contacto con esa realidad; jugábamos en el barro, al lado del río, con niños del campamento y lo pasábamos estupendo. Era gente muy pobre, sin ninguna protección. Yo veía lo que hacía mi mamá: llevaba a mi tía Angélica, madre de ocho hijos, que cosía y bordaba maravillosamente, y les enseñaban manualidades a las señoras del lugar. A veces invitaban a un amigo médico para que hiciera un especie de operativo de salud, mientras mi mamá se sentaba en un rincón de alguna de las casas y escuchaba todas las historias que le contaban las mujeres. Oía durante horas y les buscaba solución a sus problemas, pero más que nada las consolaba. Cuando llovía se inundaba todo, porque las casas eran de madera y estaban al borde del río. Mi mamá los visitó hasta que, durante el Gobierno de Jorge Alessandri, fueron erradicados y trasladados a Quinta Bella, en Recoleta. Sin embargo, ella continuó asistiendo todos los martes, hasta que a fines de los 90, le dijimos con mis hermanos a mi mamá, —que hoy tiene cerca de los 100 años—, que era tiempo de dejar esa actividad. Eso me marcó para toda la vida: ella nunca faltó a su compromiso. Se ponía su abrigo, su impermeable, tomaba su paraguas y partía. Y cuando venían los inviernos muy crudos, incluso nos sacaba a todos las frazadas de nuestras camas y mi papá decía ‘ya tenemos que salir a comprar...’. Si bien mi padre me dio un ejemplo de la conexión con la cosa pública, mi mamá, me enseñó a preocuparme, de verdad, por el resto”.
De modo que mucho del trabajo desempeñado por Patricia Matte en ODEPLAN, donde ella era una empleada más sin detentar ninguna posición especial, fue hecho no sólo con los conocimientos, sino que con el corazón. Y con un sentido de gran urgencia.
Un Liderazgo de Servicio
De esta forma se pudo combinar el motor de la pasión de llevar adelante la tarea con un deseo de hacerlo con excelencia, un especie de liderazgo de servicio, o lo que los anglosajones denominan Servant Leader, concepto creado y acuñado por primera vez en la década de los 70 por el autor norteamericano Robert K. Greenleaf.
En uno de sus primeros ensayos, el experto señala que: “Un líder servidor se centra principalmente en el crecimiento y en el bienestar de las personas y las comunidades a las que pertenece. Se diferencia del liderazgo tradicional, porque este generalmente involucra la acumulación y el ejercicio del poder por parte de alguien en la cima de la pirámide. El liderazgo de servicio es diferente. Este tipo de líder comparte el poder, antepone las necesidades de los demás y ayuda a las personas a desarrollarse y desempeñarse lo mejor posible”.
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