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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
EL APOYO FAMILIAR
Reconoce Janet Awad que sin el apoyo de su marido y una red social que la respaldaba con las labores del hogar y la familia, jamás habría logrado el éxito. “Mi marido llevaba y traía
a los niños al y del colegio y cuando viajaba me decía que me relajara, que él se haría cargo de todo y eso funcionaba bien”, expresa.
LAS NANAS
Janet Awad reconoce que las nanas tuvieron un gran papel en su desarrollo profesional, una verdadera institución nacional, —a falta de apoyos formales— sin la cual muchas grandes ejecutivas jamás habrían llegado a serlo.
Vivió en carne propia las limitaciones que enfrenta
una profesional de su nivel y por lo mismo decidió ayudar
y dedicarse a luchar por la inclusión de género, al punto que le valió una importante distinción de la ONU.
El Peso de Ser Mujer Ejecutiva
“Soy de naturaleza muy apasionada y por lo mismo, considerando la manera de ser del chileno, tuve que aprender a frenarme, porque me encanto fácilmente con las cosas y a veces es tanto mi entusiasmo que tiendo a inhibir al resto”.
Cuando Janet Awad asumió el cargo de gerente general de Sodexo no solo no encontró un alivio y sí muchos desafíos, sino que entendió cada vez más en profundidad el peso de combinar el trabajo y la familia, en otras palabras, el peso de ser mujer ejecutiva. “Era todo el tiempo correr: una semana en Chile, y el resto del mes volando a distintos países. Muchas veces no tenía control de dónde iba y el tiempo que me quedaba, pero así y todo establecía mis prioridades y mis prioridades estaban y están con mi familia. Hice todo por permanecer más con mis hijos; tal vez ellos hoy día piensen que les falté, pero hice lo máximo por cumplir. Es algo muy complicado de manejar, pero yo no transaba por ejemplo ni con los cumpleaños, ni con los aniversarios”, expresa. Pero así y todo, y pese a su empeño, cuando murió su abuela materna, aquella mujer luchadora y ejemplar, a quien ella tanto admiraba, estaba en la República Checa y no pudo llegar ni siquiera al funeral. Como ella misma dice, no hay nada gratis en la vida, todo tiene un costo.
Muchas de las dificultades pasadas y actuales las pudo resolver gracias a lo que ella denomina “mi cabeza cartesiana, porque planifico mucho las cosas. Es imposible desarrollar la carrera que llevé a cabo en estos 20 años sin organizarse al detalle. Estoy como configurada así, en parte gracias a la carrera que estudié y probablemente
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