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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
  y en 2008, de manera totalmente inesperada, asumía la Gerencia General de la compañía. Poco tiempo más tarde, en 2015, se convertía en presidenta regional a cargo de Argentina, México y Colombia y en la Country President para Chile, cargo que ejerció hasta febrero de 2019.
No cabe ninguna duda de que sus jefes europeos, tanto los de L’Oreal, como con posterioridad de Sodexo, fueron capaces de identificarla rápidamente como una profesional prometedora y colocaron en su camino elementos que ella supo aprovechar para llegar a la cima de su actual madurez.
Desde nuestro rol de head-hunters sabemos que en la actualidad las entidades multinacionales tienen que operar en un escenario cada vez más complejo y en medio de una notable escasez de talento directivo, de ahí que cada posición dentro de la entidad sea cada vez más desafiante.
Sí, porque un líder del siglo XXI es muy distinto al estilo antiguo. En primer lugar, en un mundo tan convulsionado, el liderazgo de la nueva era se va definiendo en la medida que ocurren los hechos, lo cual exige un alto nivel de adaptación, inédito en el pasado. Este nuevo dirigente debe tener dominio de muchas habilidades empresariales, ser un emprendedor, capaz de construir relaciones y redes en todo instante, con importantes condiciones de aprender y desaprender, porque el tiempo de preparación, ante la escasez de muchas competencias siempre apremia. Los nuevos tiempos exigen poseer habilidades blandas, que no impidan adoptar decisiones con frialdad y rapidez. Se le exige tener visión para anticipar una crisis y gestionar el cambio, resiliencia, compromiso, responsabilidad y sentido de urgencia; visión estratégica, capacidad para cambiar las cosas, sin trauma. En definitiva, saber moverse y mover a la gente, con gracia, elegancia y rigurosidad a través de los múltiples valles y cumbres, que implica el liderazgo. El nuevo liderazgo exige casi la perfección humana...
“Tuve por mucho tiempo un jefe francés que si bien era una persona algo compleja, era muy generoso, desde el punto de vista profesional, conmigo. Cuando veía que había un evento o encuentro importante en alguna parte del mundo, me enviaba, a fin de que yo lo experimentara y luego lo traspasara a mi equipo. Me vi, entonces, obligada a exponerme, a situarme en el escenario internacional, a foguearme. He tenido la suerte de trabajar gran parte de mi vida en esta empresa que es muy especial, donde las personas son realmente importantes, incluso relacionarme directamente con el fundador de Sodexo, Pierre Bellon, y el actual CEO, Michel Landel. Tuve la oportunidad de trabajar con gente brillante, de gran calidad humana. Estoy segura de que muchas de las posibilidades que tuve se debieron justamente a esos mentores silenciosos que en el directorio mundial abogaron por mí”.
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