Page 258 - NUEVE MUJERES, LIDERAZGOS QUE INSPIRAN
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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
CAMBIO DE VIDA
Durante años fue una de las principales líderes de la agencia de publicidad Porta, pero de pronto comprendió que la vida era más que buscar un pantón
o una frase mágica que vendiera muchos fideos.
Si bien la organización conseguía todos los premios del mercado
y le permitía importantes ingresos económicos,
empezó a experimentar una creciente desazón.
FIN AL RECREO
Sentía que la fiesta había terminado; era preciso rectificar su estilo de vida. La Humanidad estaba a punto
del holocausto nuclear y Chile enfrentaba un Gobierno militar que le desagradaba.
Tuvo la suficiente autocrítica como para entender que no podía continuar desarrollando una existencia tan frívola, liviana e improductiva mientras “el mundo se derrumbaba” .
quien prácticamente la crió, nunca le puso límites. “Jamás me obligó a estudiar, jamás me prohibió salir o ir a un determinado lugar. Yo estudiaba porque quería, porque me gustaba. Nunca nadie me revisó las tareas, todo lo cual me confirma lo importante que es educar a los niños en el valor de la libertad. Enfrentada a tener que obedecer, hasta el día de hoy opto entre ‘elegir’ o ‘rechazar’. Puede que el resultado práctico entre obedecer y elegir sea parecido, sin embargo, se siente diametralmente distinto. Es la misma acción, pero ejecutada con libertad y no como imposición”, indica, siempre con una pasión desbordante.
El cacerolazo le dio una pequeña tregua, pero su efecto pasó pronto y el resto del tiempo se sentía cada vez más incómoda. No era feliz, en parte por la rigidez política en la que vivía, pero también, porque comenzaba a sentirse presa de una realidad laboral, muy exitosa, pero demasiado superficial que le impedía formar parte de las grandes causas políticas locales y mundiales que tanto le interesaban. Es verdad que sentía una tristeza profunda desde hacía tiempo por la ruptura de su primer matrimonio, porque siempre pensó que “sería para toda la vida”. Pero lo que más le desagradaba era darse cuenta de que estaba perdiendo su vida metida en el quehacer de un agencia de publicidad, Porta, que formó con sus dos socios, Raúl Menjibar y Eugenio García y de la que se hizo cargo a los 27 años.
“Comencé a desencantarme, a sentir que no existía ninguna diferencia entre los espirales de Lucchetti y los de Carozzi, y consideré que constituía un desperdicio usar mis neuronas en tratar de vender uno más que el otro. Tampoco tenía sentido
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