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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
Terciopelo y el 14 de diciembre en Chile, Patricio Aylwin es elegido Presidente democrático después de 17 años del régimen militar.
En otras palabras y contra todo pronóstico, había triunfado la paz.
Lo demás es historia conocida. Todo este encadenamiento de acontecimientos virtuosos continuó para abrir la década de los 90 con Nelson Mandela saliendo de la cárcel después de 27 años de cautiverio; con la Reunificación Alemana y con una Lituania que se declara independiente de la ex Unión Soviética. En el marco de la Reunificación Alemana, se proclama el fin de la Guerra Fría; se desintegra la URSS y después de más de 70 largos y penosos años se pone fin a la dictadura del proletariado.
Habría que agregar las reformas de Deng Xiaoping, que con el colapso de la URSS, los socialismos que quedaron tuvieron que incorporar elementos del capitalismo, en China, Vietnam y Cuba.
A partir de esa década, la sociedad civil emergió como una entidad global, capaz de ejercer influencia y control sobre los poderes estatales y privados.
Fue un alivio para Ximena Abogabir: “La paz, el término de la Guerra Fría, la recuperación de la democracia, significó un soplo de optimismo para todos nosotros, para lo que estábamos luchando por ella. No es que el Muro de Berlín se cayera por sí solo, alguien lo rompió, alguien dijo basta y ese puro hecho es fascinante”, expresa.
El mundo había cambiado y aquello que parecía un sueño hoy era una realidad; todo aquello que pareció lateral, hoy era central.
“En un principio la Casa de la Paz giró en torno a Lola Hoffmann; luego en torno a temas alternativos y a la recuperación de la libertad. Con la llegada de la democracia, algunos de nuestros integrantes se fueron a ocupar cargos en el nuevo Gobierno de Aylwin; las feministas partieron al tema del género; los ecologistas, al cuidado del equilibrio natural, pero yo me quedé y le di continuidad histórica a esta institución, que hoy día es una de las ONG ambientales más antiguas de nuestro país”.
La década de los 90 fue un período para transformar todo lo que en los 80 fue alternativo en mainstream y ahí Ximena Abogabir, junto a la Casa de la Paz, tuvieron un papel destacado en lograrlo.
Con la vuelta de la democracia y el inicio del Gobierno del Presidente Patricio Aylwin, Casa de la Paz se hizo muy conocida y la tarea de Ximena Abogabir se multiplicó. Cuando el Mandatario formó el Consejo de las Américas, al condonar el Gobierno norteamericano los intereses de la deuda externa para paliar los efectos
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