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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
ASESORA Y POLÍTICA
Apoyó durante años en Libertad y Desarrollo a los más destacados políticos del país. Impresionó tan bien a Sebastián Piñera que pronto en su primer período la invitó a encabezar la Dirección de Presupuestos.
De estar en la trastienda
pasó a la vanguardia político-informativa. Llegó a transformarse en “la persona que más sabe de números del país”, según algunos colegas.
PREPARACIÓN
Sus años en Libertad y Desarrollo la dejaron en condiciones de ejercer cualquier cargo público.
Desde esa trinchera generaba ideas, divulgaba conceptos
ante la prensa, persuadía a
los diputados y senadores de
su tienda política sobre los mejores cursos de acción a seguir. Muchos brillaron ante
la opinión pública gracias a su esfuerzo, diligencia e intensidad.
Presupuestos que no consideraba para nada la proximidad de la crisis asiática. Debido a la orientación que recibió de Rosanna Costa, Piñera reconoció que: “Llegué al convencimiento de que estábamos cometiendo un grave error. Se estaba generando una contradicción vital entre una política fiscal muy expansiva, que forzaría como contrarreacción, a una política monetaria tremendamente restrictiva. En esa lucha, que se dio en forma muy acalorada en el Senado, Rosanna jugó un rol muy importante como asesora”, expresó en ese entonces.
Por eso fue que cuando Piñera llegó a la Presidencia la primera vez, no dudó en alejarla de la suavidad y comodidad del poder informal, de la invisibilidad del consejero influyente, de la intangibilidad de la creadora de ideas, para obligarla a mover sus fichas de cara al público. Ella sería la mujer que manejaría las finanzas del país, la que exhibiría sus capacidades a la luz del día.
Es verdad que no lo buscó, pero tampoco se dio por casualidad, ni por amistades ni por apoyos políticos. Fue siempre producto de la calidad de su trabajo, de su competitividad, de su intensidad, como ella misma lo reconoce; de su impaciencia, su detallismo y de su capacidad innata para las matemáticas, la filosofía, la lógica, el pensamiento abstracto. Fue producto de su mente rigurosa, organizada, en definitiva, de su inteligencia extraordinaria, calificativos todos que ella rechaza, porque dice: “Yo siempre me he visto más tenaz y constante, que brillante...”.
Y agrega: “Es más fácil ser un asesor: uno no pone la cara, uno es un acompañante que sugiere u opina qué haría y porqué. De ahí que mi aprendizaje en la Dirección de Presupuesto fuera lento, por qué carecía de experiencia en el tema gerencial, especialmente
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