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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
pero esta vez para reemplazar al director del Banco Central, Rodrigo Vergara quien era designado como ministro de Hacienda.
Para Rosanna Costa eso fue realmente una gran sorpresa, porque fue volver a la fuente, al origen de todo. El instituto emisor había sido su primer trabajo al egresar, como economista, de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas de la Pontificia Universidad Católica.
Cuando terminó sus estudios, a fines de 1981, varios bancos nacionales eran intervenidos por el Estado, el de Talca, el Español-Chile, el de Linares y el de Fomento de Valparaíso, por tomar riesgos excesivos. En esa época se desató una grave situación mundial recordada como la crisis de la deuda que elevó las tasas de interés y paralizó el financiamiento externo, con amplias repercusiones en Chile, cuya moneda se encontraba sobrevaluada. Ello contribuyó al colapso de algunas instituciones financieras, mientras el Producto Interno Bruto se desplomaba en un 14,8 por ciento y empujaba la tasa de desempleo a un 19,6 por ciento, en 1982.
Frente a estas circunstancias decidió quedarse en la Facultad donde se dedicó a hacer clases y ayudantías de investigación. Otros de sus compañeros, como Andrea Butelman, Pilar Campero, el dos veces ministro de Hacienda, Felipe Larraín, Francisco Pérez Mackenna, Fernando Coloma hicieron algo parecido, mientras pasaba el vendaval.
Gracias a la fama que tenía entre sus profesores como Gert Wagner, Dominique Hachette, Juan Andrés Fontaine, en 1984 fue contratada en el Banco Central. Ingresó al Departamento de Cuentas Nacionales, el área donde se realiza el análisis estructural de la economía y la evaluación de su estado en un determinado momento del tiempo o ciclo económico. En esa repartición se construye la base estadística elemental para la toma de decisiones de los agentes y la elaboración de políticas económicas del país.
Aquello ocurrió justo en el período de mayor pérdida de influencia de los Chicago Boys, cuando el Gobierno Militar nombraba a Luis Escobar como ministro de Hacienda, en castigo por la reciente crisis económica y para equilibrar el excesivo liberalismo del grupo. Del Departamento de Cuentas Nacionales, Rosanna Costa fue trasladada al Departamento de Estudios, a cargo de una eminencia en el área, Francisco Rosende. Fue entonces cuando, en conjunto con Margarita Hepp, creó el Área Monetaria del Banco y fue su jefa durante algunos años. El director de estudios de aquel entonces era Juan Andrés Fontaine y le correspondió integrar un equipo con Ricardo Matte, Rodrigo Vergara y Patricio Rojas, entre otros.
Aquella fue una gran escuela que le serviría de base para toda la vida, porque
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