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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
durante la jornada anterior hayas planificado cosas completamente distintas. El fin de semana revisas el diario y te preparas, pero el martes la agenda corta ya es otra. Pero así como existe esa ventana de espontaneidad en el trabajo, hay otra área donde es preciso articularlo todo, con la máxima pulcritud sin dejar cabos sueltos. Para ello se requiere de mucho tiempo, de muchas reuniones con los ministros, de encuentros bilaterales con el Presidente. La gente de esa repartición me ayudó mucho. Una de las cosas más valiosas que recuerdo de mi paso por la Dirección de Presupuestos fue ver cómo se fue sumando el personal y cómo se conformaban equipos cohesionados entre sí, con mucha mística, realizando lo indecible por una determinada causa. De ahí que me fuera muy fácil formar grupos de trabajo con garra, equipos de verdad... Es lo que más valoro y recuerdo. Gracias a ello podía delegar mucho. Ese fue uno de los grandes cambios en mi estilo, porque me obligaba a mirar las cosas desde arriba. Es una labor donde te das cuenta de la gran importancia de los equipos afiatados, que se conocen y se complementan bien”.
Ya al tercer año de desempeñarse en la Dirección de Presupuestos, el director de Libertad y Desarrollo, Luis Larraín, comenzó a preparar su regreso a una institución que amaba profundamente. Sin embargo, luego de cuatro años de ausencia, el desembarco no sería tan fácil. “Las organizaciones son lo que son sus personas, y mucha gente de mi época ya no estaba, pero igual había mucha motivación interna. Además ahora estaba en la oposición una vez más y tenía que aprender a instalarme en el nuevo escenario. Mi objetivo principal era ganarme mi espacio; no extrañaba para nada el ejercicio del poder que tuve en la Dirección de Presupuestos, porque para mí el poder es circunstancial, por lo tanto no me afectó el cambio en ese sentido. Yo sé que a algunos escuchar esto les costará creerlo, pero para mí es algo puntual, que jamás me desveló. El tema de fondo era otro, era cómo hago el cambio de adrenalina, de switch, después de cuatro años en la administración pública, pero muy luego volví a encantarme con Libertad y Desarrollo”, comenta.
Siempre se desempeñó en áreas que le agradaban y aunque en un momento dudó, pensando en que tal vez había llegado el instante de abandonar las políticas públicas, poco a poco, como subdirectora de Libertad y Desarrollo volvió a sentirse satisfecha.
Ya había adquirido fama de imparcialidad política, de gran inteligencia, de buen trato y de una poco común actitud no confrontacional. De ahí que un año más tarde, la propia Presidenta Michelle Bachelet la invitara a participar en el Consejo Asesor Presidencial contra los Conflictos de Interés, el Tráfico de Influencias y la Corrupción.
No pasó mucho tiempo hasta que la misma Jefa de Estado volvió a convocarla,
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