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Nueve Mujeres: Liderazgos que Inspiran
“me resulta difícil encasillarme; a veces tengo más sintonía con parlamentarios de la UDI en términos económicos, pero no estoy de acuerdo en otros temas. También tengo buenas relaciones con Renovación Nacional”, dice.
Cuando nacieron sus dos hijos, Pedro que hoy tiene 30 años y estudió ingeniería en telecomunicaciones y redes y María Inés, en 1992 decidió buscar otra alternativa laboral de medio día para estar más con ellos. “Soy una enamorada de ambos; son lo más importante de mi vida. Siento como que el médico nunca cortó el cordón umbilical que me unía a mis hijos, al punto que yo todavía los siento por el estómago. Cuando les pasa algo es ahí donde lo percibo. Es más, cuando llegaba tarde del trabajo en la noche y los miraba dormir, cuando las cosas no estaban bien, le decía a mi marido que yo sabía que les pasaba algo. De hecho, un anécdota reveladora del apego que sentía por mi hijo mayor fue cuando le probé por primera vez el uniforme del colegio. Era un sentimiento extraño verlo crecer y también darme cuenta de que, de alguna forma, comenzaba a perderlo. Me encerré en el baño a llorar con una mezcla de emoción, alegría y pena. En la Dirección de Presupuestos me perdí unos años muy bonitos de su crecimiento. Yo decidí trabajar y desarrollarme profesionalmente; fue mi opción y eso tiene costos y beneficios para todos y así debo aceptarlo”, expresa.
Fue entonces cuando su amigo Cristián Larroulet le planteó la necesidad de reemplazar a uno de los profesionales más destacados de Libertad y Desarrollo, Tomás Flores, a cargo de Finanzas Públicas, que viajaba en esos días a estudiar fuera de Chile. “Primero, conociendo mi manera de ser, terminé trabajando el día completo, no me resultó el plan de medio día y segundo, Finanzas Públicas no tenían nada que ver conmigo, porque yo venía del área monetaria del Banco Central. Al principio no entendía nada, pero lo maravilloso de Libertad y Desarrollo es que siempre te da un tremendo espacio para desarrollarte y poder crecer”, indica.
Un desarrollo que la llevó primero a la Dirección de Presupuestos y luego de regreso al Banco Central, pero más que nada a tener un importante prestigio que se lo ganó a pulso y no sólo en su tienda política. De hecho es sabido que el presidente del Banco Central, Mario Marcel, llegó a nombrarla integrante de la Comisión para la Reforma Previsional, donde su tarea era calcular el impacto fiscal que tendrían las medidas que se propondrían.
Otro reconocimiento consistió en formar parte del Consejo de Alta Dirección Pública, encargado de nombrar a ejecutivos del Estado y que surgió como una respuesta a la crisis de los sobresueldos que ocurrió en el Gobierno.
Tal vez fue por eso que cuando la Presidenta Bachelet la nombró como directora del Banco Central, en reemplazo de Rodrigo Vergara, el Senado respaldó
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