Page 13 - MONTT LATINAMERICAN MAGAZINE, JULIO 2018 (Español)
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Hasta el año pasado la Ley de Migraciones argentina, aprobada en 2003 como reacción a una disposición anterior promulgada por los gobiernos militares, reconocía a este fenómeno como un derecho humano y garantizaba acceso a la educación, salud y trabajo. Pero, muy pronto los emigrantes llegaron a constituir el 21 por ciento de la población penal del país y los detenidos por narcotráfico, el 33 por ciento.
Fue así como en 2017, el Presidente Mauricio Macri endureció la legislación, mediante el Decreto 70/2017 de Necesidad y Urgencia (DNU) y revirtió o suprimió algunos aspectos del antiguo marco jurídico. La reforma dilató el plazo necesario para acceder a la ciudadanía argentina, amplió las causas de su denegación y de cancelación de residencia. Además permitió la expulsión por varios motivos, debilitó el derecho a la defensa, y estableció un proceso para agilizar la deportación y la prohibición de ingreso de delincuentes extranjeros.
Brasil, Un Ejemplo Mundial
El caso de Bolivia es algo diferente, porque ese territorio no se caracteriza por tener grandes oleadas de inmigrantes, por el contrario. Según los últimos datos publicados por la	Dirección General de Migraciones, la salida de emigrantes aumentó de 846 mil 662 en 2012 a 1,19 millones en 2013 y a 1,31 millones en 2014. Argentina es un viejo destino de la colectividad boliviana, al punto que esta pasó de un dos a un casi 15 por ciento en la última década.
Así y todo la Cámara de la Senadores aprobó modificaciones a la Ley N° 370 de Migración, de 8 de mayo de 2013, que garantiza los derechos de personas y regula el ingreso, tránsito, permanencia y salida de personas en el territorio de ese país.
Brasil posee una de las regulaciones consideradas como más integrales y no sólo abocada al “control de fronteras”. Allí viven, según publica la Organización de Naciones Unidas (ONU), 735 mil 557 de inmigrantes, lo que supone un 0,36 por ciento de la población. No obstante, debido a la crisis venezolana, el norte de Brasil está saturado de inmigrantes. El año pasado debutó una nueva Ley de Migraciones que reemplazó el Estatuto del Extranjero, legislación dictada por el antiguo régimen militar. El nuevo marco jurídico reconoce el inmigrante como sujeto
de derechos, y promueve el combate a la xenofobia y la no discriminación. La nueva Ley de Migración fue elogiada por organismos internacionales y, en conjunto con la Ley de Refugio de 1997 y la Ley sobre Tráfico de Personas de 2016, colocó a Brasil en una posición de vanguardia.
Chile y Colombia
Por otra parte, Chile se posicionó como el país donde más aumentó la inmigración entre 2010 y 2015, período en que el fenómeno creció casi en un cinco por ciento anual y superó a otros grandes receptores como México y Brasil, según datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La norma que regía las migraciones era el Decreto Ley N°1.094 de 1975 y constituía la disposición más antigua de la región. A pocas semanas de asumir su cargo, el 9 de abril, el Presidente Sebastián Piñera firmó un nuevo proyecto de Ley de Migraciones, mucho más acotado y actualizado que la norma anterior, que se encuentra en estos momentos en el Congreso.
La disposición incluye un Consejo de Política Migratoria, cuya tarea será formular y actualizar en forma periódica una política migratoria clara y transparente y un Servicio Nacional de Migraciones, que llevará adelante el diseño gubernamental. El proyecto organiza un sistema de categorías migratorias, donde se destaca la eliminación de la posibilidad de transformarse de turista en residente, estando en Chile. El documento incluye	visas temporarias de oportunidades; de orientación internacional y de orientación nacional, todas con un período de 12 meses de estadía y prorrogables. Paralelamente, en el caso de los ciudadanos haitianos, el Gobierno dispuso la obligación de que, quienes vengan con fines turísticos, obtengan una visa consular simple en su país, con derecho a ingreso y permanencia en Chile por un período máximo de 30 días. Se otorgará un permiso especial para los ciudadanos venezolanos debido a la grave crisis por la que actualmente atraviesa ese territorio. Colombia, debido a la cercanía con Venezuela, es el país que alberga la mayor cantidad de venezolanos con una cifra 900 mil personas. En 2013, el Congreso aprobó el Decreto N°834 que establece diversas disposiciones en materia migratoria y que crea tres clases de visas: de negocios, temporal y residente, con
vigencia de un año. Se critica que Colombia carezca de una política migratoria integral.
México, Perú y Uruguay
En las últimas dos décadas, Ecuador sufrió importantes movimientos migratorios. Tras una difícil crisis económica en 1999, miles de ciudadanos migraron a otros países. En los últimos años, sin embargo, cientos de colombianos, cubanos, venezolanos y haitianos buscaron en ese territorio mejores opciones de vida.
En enero de 2017, la Asamblea Nacional aprobó la Ley Orgánica de Movilidad Humana que garantiza los derechos de las personas en situación de migración. Los expertos sostienen que Ecuador es un ejemplo de buenas prácticas en materia de refugio. La ciudadanía universal, la libre movilidad humana, la prohibición de la criminalización, la no discriminación y la igualdad ante la ley, son los principios fundamentales en torno al refugio. Ecuador ha reconocido un total de 60 mil 560 personas en calidad de refugiadas, lo que le convierte en el país en América Latina con más personas proporcionalmente en esa categoría.
México representa al territorio con más desplazados de otros países. Su legislación migratoria	es considerada, incluso, más restrictiva que la estadounidense. De hecho, México expulsó a cerca de 100 mil extranjeros durante el año 2015. Debido a los muchos flujos procedentes de Centroamérica, en mayo de 2011 se reformó la Ley de Migración que databa en 1937. El “debido proceso” y la presunción de inocencia son partes centrales de la ley. La unidad familiar es un concepto nuevo que no estaba en la ley anterior.
En Perú, una nueva ley entró en vigencia el1demarzode2017yderogólaLeyde Extranjería (Decreto Legislativo N° 703) y sus modificaciones, así como el Decreto Legislativo N° 1.236, que era la anterior Ley de Migraciones. El énfasis	se puso en la prestación de refugio y asilo y en las facilidades para el ingreso de personal altamente calificado, como profesionales e inversionistas. Finalmente, en Uruguay, en 2008, al aprobarse la ley N°18.250 fue posible transitar desde una normativa de control policial, a una que reconoció por primera vez el derecho a migrar.
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