Page 12 - Versos historia
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Para Bogotá hizo fardo será su nueva morada
y quiere vivir cerca a la u cómoda y relajada
el encargo es difícil, son costos de comparsa
pero tuvimos la ayuda, del señor Héctor Ayarza
poco no vemos es verdad con este gran amigo
pero es amigo, por ser amigo de nuestro amigo,
él con toda su paciencia, de buen hombre sencillo
nos busca buena vivienda, en el barrio Teusaquillo.
Con todo su bastimento, y sin más preludios
la negra está contenta, porque inicia los estudios
pronto llegaría otro trasteo, esa fue su decisión
por seguirle los pasos, a los dictados del corazón,
y en un bonito apartamento, ahí cerca, en chapinero
juiciosa siguió estudiando, en los tiempos venideros
son cinco años de arrojo, se nota el cuerpo agotado
pero eso no importa, oronda sale a su internado
libra otra difícil batalla, por fortuna le salió genial
pues va a donde quiere, el nuevo hospital de Yopal.
Del hospital antiguo, se vuelve gran veterana
pues allí a los internos, les ofrecen una cama
y desde aquel lugar, y su lúgubre soledad
al nuevo hospital viene, a afrontar la realidad
ahora siente su profesión, ahí en pleno fragor
con gran expectativa, y también algo de temor.
Con relativa calma a pesar de la conmoción
adquiere la confianza, propia de esta profesión
para velar por la vida, frente a la cruel realidad
que trae un paciente, de leve o mucha gravedad.
y se van los días, cada uno con su afán,
conoce a su colega, el doctor Sebastián,
aguazuleño altivo, de noble ancestro
que en medicina, es un gran maestro,
con este galán, terminaron enamorados
una pareja bonita, por muchos admirados
desde luego esta etapa, tuvo su buen tropel
pero ahora contenta, comparte la vida con él.
Completos los requisitos, llega la graduación
todo muy sencillo sin ninguna celebración
pero muy conmovidos mostrando sonrisa plena
celebramos este título, no hizo falta la verbena.