Page 59 - Un Libro de Porqueria
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Pero quiero detenerme un instante en Marcelo POLICASTRO.
Paulita
El muy pillo nunca vino a estudiar, era un depredador sexual.
Vino a La Plata porque las mujeres
en La Plata “Son todas hermosas”
palabras textuales, que repetía con
frecuencia.
Así que contaré, sin dar nombres,
un percance que aconteció una calu-
rosa noche de noviembre.
Aquí va.
La niña en cuestión, con NOVIO
ella, se alojaba en un departamento
entre 7 y 8 (No daré la calle princi-
pal).
Poli
Luego de una tarde de estudio y al partir sus compañeras. (Una
también se alojaba en el mismo edificio, pero en otro piso y no es la
que le ponía nombre a las flores).
Recibe un llamado por el portero eléctrico.
“Hola soy poli. Estás sola?.....”
Que si, que no, que sí, que no. “Pasa un ratito”.
A las 3 de la madrugada emprende el regreso Policastro y al salir
del ascensor y tomar su bicicleta, nota sorprendido que habían cerra-
do la puerta con llave.
Entonces para no volver al Dpto de la niña, no llamar al portero,
para que no se entere la otra compañera, pensó “Atravieso la bicicle-
ta sobre la puerta, me trepo y me voy por la claraboya”.
Hasta aquí venia saliendo todo bien, pero como sabemos, el diablo
siempre mete la cola.