Page 56 - Un Libro de Porqueria
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Y yo le digo “Esta noche en el baile, vos venite preparado y haces
y decís todo lo que te digo, al pie de la letra”. “Ok”, me dice, “te pa-
so a buscar. Listo”.
Ni bien entramos al baile y luego de la ronda de saludos me dice
“Y? qué Hago?”
Y yo “Andá y tocale el culo”.
“Queee?”. Me mira asombrado, haciendo trompita, reboleando los
ojos.
Y yo insisto, “En serio boludo, andá y tocale el culo. Si te pega una
cachetada, no te quiere y si por el contrario se hace la tonta, está
muerta con vos”.
Y allí fue mi amigo a tocarle el culo a la Colo, sin saber jamás si
era otra joda mía o si lo decía en serio, pero salió bien.
Estaba tan enamorado que hubiera echo cualquier cosa que yo le
dijera. Admito que estuve corto….
El final de la historia es conocida por
todos.
Del amor salieron 5 coloraditos!!! y el
primero con los dedos pegados también.
Otro de mis pichones favorito era el Chicle FERNÁNDEZ.
Se creía todo. Era tan bueno que a veces hasta bronca me daba.
No tenía maldad para nada y sigue igual.
Debía venir a estudiar a casa junto con Aguerre y le pregunto
“¿Qué comés Chicle” “Y, mi mama me hace milanesas”.
Pero como de todo, lo único que no me gusta es la sopa. Cayó el
pichón.
Entonces, que le dije a mi hermana que cocinara? SOPAAAA!!!!
Jajaja. Hasta el día de hoy me rio, siii, yo era difícil.