Page 53 - Un Libro de Porqueria
P. 53
25. PASE Y QUE NO VUELVA
El Pulga estaba muerto con “la Colorada “.
Y yo que lo sabía, siempre estuve ahí para apoyarlo y para aconse-
jarlo sanamente, para ayudarlo.
Estudiábamos para un final en la casa del Pulga: el Pulga, la Colo
Marcela Campano y yo.
Allí en City Bell teníamos de todo: un
quincho para que no nos moleste nadie, una
cama para descansar, un equipo de música,
una pileta de natación. No faltaba nada.
Estudiábamos y jugábamos, estudiábamos
y comíamos. Distracción, pileta y estudio,
cartas, dados, pileta y más pileta y conver-
saciones con doble sentido. Cena y más juegos.
Y el Pulga, nada de nada (Siempre fue corto. Ja ja)
Hasta que nos acostamos los 4 en la cama y empecé a jugar a “pase
y que no vuelva”. La secuencia era: empiezo yo hacia el Pulga, el
Pulga hacia la Colo y la Colo a Marcela.
De movida nomas, le toco el culo al Pulga y le digo “Pase y que no
vuelva”. Me mira, con los ojos desorbitados y haciendo trompita con
la boca y Julia que le dice “Y? Pasala!!!”. Yo lloraba de la risa.
Campano no entendía nada y Julia pidiendo que jueguen en se-
rio!!!!
Repito el comienzo, le toco nuevamente el culo al Pulga y le digo
“Pase y que no vuelva” y el Pulga que se levanta como un resorte
pidiendo un cambio de orden.
La Colo y Campano no entendían nada!!!
Fue Mundial.