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¿POR QUÉ CONSERVAR ESTE MONUMENTO?


                  La Casa del Hacendado de la Antigua Hacienda San Antonio Mazapa al igual que


                  muchos otros edificios considerados patrimoniales por su valor histórico o artístico

                  se enfrentan a la pregunta de si conservarlo o no, y más complejo aun el considerar


                  que uso o que usos darle, y si hemos de conservarlo, como habrá de hacerse, que
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                  aspecto tendrá, estas interrogantes aumentan y se clarifican conforme avanza el


                  proceso de investigación y de diagnóstico del inmueble y de su entorno.


                  Como hacer entender a propios, extraños y a uno mismo que este inmueble debe

                  conservase, solo decirlo no es suficiente, ni decir que está considerado protegido


                  por la Ley Federal de Monumentos del 72 porque eso no nos dice mucho tampoco,

                  hay que darle un valor, algo que de forma intrínseca podamos entender y visualizar


                  todos, en especial aquellas personas que lo viven de manera cotidiana, ya que es

                  con  la  arquitectura  con  la  que,  como  sociedad  nos  identificamos  y  sentimos


                  pertenencia, pues es con esta a través del tiempo como podemos observar el infinito

                  texto  de  la  naturaleza  (entorno)  del  que  somos  parte,  es  una  respuesta  a  los


                  fenómenos sociales y estos mismos se generan a partir de ella, es por ello y de

                  acuerdo  a  las  intenciones  de  los  actuales  propietarios  de  generar  recursos


                  económicos con la conservación de la antigua hacienda, se decidió dotarlo de un

                  “valor rememorativo intencionado”, este tiene por objeto conservarse siempre vivo

                  en la conciencia del colectivo y nunca convertirse en pasado, pretendiendo hasta


                  cierto punto a la inmortalidad evitando y combatiéndolos  efectos del tiempo  y la

                  naturaleza.  (RIEGL,  1987),  relacionado  al  anterior  valor,  surge  otro  que  va  en


                  respuesta  a  la  conservación  de  los  monumentos,  “el  valor  instrumental”  el  cual
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