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Escribe: Prof. Cirilo Sixto Polo Campos
Las
Neurociencias
potencian labor de los educadores
Efectivamente, al conocer cómo funciona el sistema
nervioso y especialmente su “director”, el cerebro,
facilita la labor de maestras y maestros, al aplicar
sus descubrimientos, especícamente de la
N e u r o c i e n c i a c o g n i t i v a a t r a v é s
Neuroeducación.
Los expertos dicen que las neurociencias iluminan a
los educadores, pues guían su accionar hacia
enseñanzas y aprendizajes más afectivos, efectivos
y estratégicos que sirvan para la vida. Es decir, nos
acercamos a una educación compatible con el
funcionamiento del cerebro, precisamente para
potenciar el caudal de conocimientos para
potenciar la labor magisterial. Y también para todas
las dimensiones de la persona y sociedad.
Es pertinente adentrarnos en el enfoque del cómo
aplicar los descubrimientos de las neurociencias
para aplicarlos a nuestra labor, pues como dice
Leslie Hart: “Enseñar sin conocer cómo funciona el
cerebro, es como querer diseñar un guante sin
nunca haber visto una mano”. Habría que migrar del
a p r e n d i z a j e t a l c o m o s e c o n o c e
neuroaprendizaje. Es decir potenciar lo que ya se
viene haciendo en educación, pues sabemos que
aprender es mucho más que absorber información
y con el neuroaprendizaje aprender es aumentar la
capacidad cerebral, naturalmente en interacción
dinámica con nuestro cuerpo y el entorno.
Podríamos armar que aprendizaje signicativo en
NEUROCIENCIA EDUCATIVA = Aprendizaje
signicativo de Ausubel + emoción + pensamiento
+ movimiento + sociabilidad + acción. Es decir, las
neurociencias enfatizan que el ser humano es un
ser que siente (tiene emociones), tiene procesos
cognitivos (piensa), se mueve y aprende de otros y
con otros (ser social). De todo ello se puede deducir
el marco sobre el qué y cómo aplicar las estrategias
de enseñanza-aprendizaje, para aprovechar la
neuroplasticidad cerebral, lo que permite aprender
toda la vida, independiente de la edad, e incluso
d e l a aprender de nuevo, “sustituyendo” y actualizando
la información grabada años anteriores, desde la
infancia; y por lo tanto cambiando hábitos, como
consecuencia, se genera nuevas neuronas
(neurogénesis) y la creación de con cada
aprendizaje nuevas sinapsis (sinaptogénesis).
El aprendizaje que ocupa lugar en el cerebro es
sinónimo de sinapsis (comunicación o conexión de
neuronas a través de las dendritas, por tanto, sé es
más inteligente, mientras más conexiones de
neuronas haya, las mismas que se generan con
nuevas experiencias, conocimientos, vivencias,
pensamientos, etc.
Por tanto, incluir en la formación docente la
incorporación del estudio del cerebro humano,
como eje dentro de la formación profesional para el
ejercicio docente. Es decir conocer las
a l características, potencialidades y, por ende, sobre
las implicaciones en los distintos ámbitos de la
acción educativa le permite ampliar las fuentes para
la toma de decisiones en los procesos
pedagógicos.
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