Page 54 - Fundamentos de climatología
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MARISOL ANDRADES RODRÍGUEZ – CARMEN MÚÑEZ LEÓN
Fig. 7.2. Nube de tormenta con granizo.
(De Fuentes Yagüe, J.L, Mundi-Prensa, 1989).
7.6. La lluvia ácida
El dióxido de carbono (CO ) y los óxidos de azufre (SO ) y de nitrógeno (NO )
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procedentes de la industria y de los transportes se transforman en la atmósfera en ácido
carbónico (H CO ), sulfúrico (H SO ) y nítrico (HNO ) respectivamente; son transportados por
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ella (el viento los arrastra cientos e incluso miles de Km) y finalmente serán eliminados mediante
la lluvia. Así, gran parte de las emisiones contaminantes del Reino Unido van a parar a los países
escandinavos y las de algunos estados norteamericanos (Indiana, Ohio, Illinois) desembocan en
lagos y bosques canadienses.
Esta es la causa principal de la acidificación creciente de la lluvia. Es ligeramente ácida (pH
medio de aproximadamente 5,7) como consecuencia del proceso natural de liberación de óxidos
de nitrógeno, azufre y dióxido de carbono, pero se acidifica mucho más como consecuencia de la
emisión antropogénica diaria de toneladas de estos compuestos. Ocasionalmente se han llegado a
registrar lluvias extremadamente ácidas, con pH inferior a 2.
El incremento de la acidez de la lluvia provoca los siguientes efectos:
- Acidificación de los suelos.
- Degradación del agua potable.
- Las lluvias ácidas bien directamente o por escorrentía, concurren hacia ríos y lagos
produciendo una acidificación de sus aguas. Aumenta el contenido de aluminio, tóxico
para muchos organismos y también se hacen más solubles y por tanto más accesibles
para plantas y animales los metales pesados como el cadmio, cinc y plomo. Toda esta
situación influirá en la cadena alimentaria, rompiéndose el equilibrio hidrológico.
En Suecia en 1995 se calculaba que 18.000 de los 85.000 lagos estaban acidulados y
2.500 totalmente muertos. En Noruega en el mismo año, de los 5.000 lagos que se
encuentran al sur del país, unos 1.750 carecen prácticamente de flora y fauna.
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