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En algún punto de mi vida en el colegio pensé que este momento nunca iba a
llegar. Inclusive hoy, a pesar de que lo estoy viviendo, lo sigo viendo lejano. Ha
sido un camino largo, con muchas vueltas y travesías extrañas que me han
dejado enseñanzas y experiencias inolvidables. Me considero una persona
muy afortunada por todas las personas que he conocido, las cuales me han
moldeado y ayudado a convertirme en la persona que hoy soy. A los que
hemos venido juntos desde pre-jardín y a los que he conocido a lo largo de los
años, les agradezco porque me han ayudado a ser mi mejor versión y todos
han sido el mejor regalo que me pudo haber dado el San Ignacio. Me llevo
amistades para la vida, personas y momentos invaluables . Este momento,
evidentemente, no es como todos lo soñamos, sin embargo, decido quedar-
me con todas los momentos de alegría que pasé con toda mi promoción, a la
cual llevaré siempre en mi corazón, porque ese conjunto de personalidades
fue lo que hizo mi experiencia en el San Ignacio algo tan especial. Agradezco
a mis papás por tomar esa decisión que marcaría el rumbo de mi vida, por
darme tanto amor incondicional y por ser mis mejores amigos. Por último,
agradezco a mis profesores por formarnos y retarnos día a día, pues gracias a
ellos saldremos preparados para los que nos espera fuera de estas puertas.
Cierro una etapa hermosa en mi vida, una que amé y que seguramente extra-
ñaré mucho; pero con la misma emoción empiezo otra llena de posibilidades,
personas y experiencias nuevas.