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El tiempo ha pasado muy rápido, ya no somos esos pequeños que jugaban
chucha zombi por todo el colegio, a quienes regañaban por jugar en los pasi-
llos y que peleaban por las canchas de fútbol. Ya hemos madurado, esta
primera etapa de nuestras vidas nos enseñó demasiadas cosas y nos ha
preparado para la segunda, tanto física como emocionalmente.
Quería agradecer a mi familia que siempre me brindó un apoyo incondicional
para poder estar en este colegio, que me acompañó en este proceso, y que
en parte gracias a ella puedo cumplir esta meta.
También quiero agradecer a la mayoría de los profesores y del personal que
siempre estuvieron ahí para mí y para todos los estudiantes, que nos dieron
palo cuando era necesario y nos ayudaron a formarnos y volvernos quienes
somos ahora; al PAE, por esa labor tan bonita que hacen día a día y a todo el
personal en general que permitió que esta experiencia fuera aún mejor.
Pero sobre todo quiero agradecerles a mis compañeros que hicieron de esto
una experiencia inolvidable, y que todos los buenos y malos momentos que
pasé con ellos queden guardados para toda la vida. Gracias a ellos puedo
decir con certeza que formé amistades que durarán para toda la vida.
La graduación, algo que se veía tan lejos, ya está aquí y gracias a todas estas
personas pude concretar esta etapa de mi vida exitosamente, una etapa que
mañana será un recuerdo inolvidable y se compartirá con alegría, muchas
gracias, Colegio San Ignacio de Loyola.
“No sueñes tu vida, vive tu sueño”.