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Cómo olvidar la sensación del primer día de colegio: miedo, tristeza, alegría,
desesperación, un coctel de sentimientos. Cada que empezamos una etapa de
nuestras vidas es muy gratificante, porque eso significa el fin de un momento que
logramos superar y que ya vamos a comenzar otro no menos gratificante e igual
de importante. Desde que era un niño pequeño en el Infantil, corriendo por los
pasillos, jugando policías y ladrones, escondidijo, chucha o fútbol, sabía qué
quería hacer con mi vida, y no me refiero a la profesión que voy a tomar en los
años venideros de mi vida, sino a lo que me iba a dedicar por el resto de mi vida,
ayudar a los demás desde lo que pueda. Veo que la formación que me ha dado
el colegio ha dado frutos en mi vida, aunque haya pasado tragos amargos frente
al tema académico, agradezco que me hayan enseñado ser más humano en la
sociedad. Ya dentro de mi formación humana, agradezco a las amistades que
hice a lo largo de los años en el colegio, quienes me ayudaron a atravesar
momentos muy duros de mi vida y a disfrutar cada momento con una sonrisa en
la cara a pesar de que el día estuviera gris. A pesar de ser este un año fuera de lo
normal y para muchos muy frustrante porque no pudimos disfrutar nuestro último
año de colegio, lo hicimos más ameno para todos, haciendo diferentes charlas,
dinámicas y bromas en las clases virtuales que a todos les gustaban. Por eso le
doy gracias a mi grupo de 11ºE, por hacer este año más divertido a pesar de las
limitaciones que tuvimos. A todos los que me han acompañado les doy las
gracias por formarme como persona y ayudarme en todos estos años: ¡muchas
gracias!