Page 252 - anuario-1
P. 252

Llega  el  año  más  esperado,  que  veía  tan  lejano,  no  era  capaz  de  imaginar  el
                                                     momento en el que me separaría de las personas con las que compartí nueve
                                                     años llenos de diferentes sentimientos y experiencias, hoy se cierra la etapa que
                                                     hasta ahora ha sido mi vida entera y aunque no es de la forma en que la imaginaba,
                                                     me sobran las gracias para todas las personas que se cruzaron en mi camino y
                                                     para los que empezaron desde el primer día, gracias infinitas, mamá y papá, por
                                                     apoyarme en todos mis sueños, por enseñarme a nunca dejar de luchar y por ser
                                                     la voz de aliento cuando más lo necesitaba; gracias, abuela, por darme ánimos
                                                     cada vez que me regañaban; gracias, hermanito, por alegrar mis días. Gracias a
                                                     todos esos profesores que fueron más allá de su materia y me enseñaron a ser una
                                                     verdadera ignaciana, me llevo en el corazón algo de cada profesor que pasó por mi
                                                     vida; gracias Luzda, Jenny, Nati Godoy, Dani Gracia, Albermis, Santi invest, Josewi y
                                                     Mati. Pero en especial gracias a esos inigualables profesores de matemáticas, de
                                                     ustedes aprendí la paciencia, por lidiar conmigo y mis habilidades numéricas,
                                                     gracias Zorrito, Fercho, Muñe y Carlitos; gracias Sonia Correa por ser un apoyo
                                                     incondicional  y  por  siempre  estar  pendiente  de  mí.  Y,  por  último,  gracias  a  mis
                                                     amigos por estar ahí año tras año, por vivir alegrías, tristezas, rabias, articuladas,
                                                     regaños, fiestas, peleas y mil cosas más que nunca olvidaré, me llevo de cada uno
                                                     una enseñanza. Gracias a la vida por ponerlos en mi camino. Para ustedes solo me
                                                     queda decir mucha suerte y muchos éxitos en sus vidas. Es momento de empezar
                                                     nuestro primer día de nuestra nueva vida. Gracias, colegio san Ignacio, por conver-
                                                     tirme en un gran ser humano.
                                                     Para siempre orgullosamente Ignaciana, en todo amar y servir.
   247   248   249   250   251   252   253   254   255   256   257